Benito Pérez Galdós, Aita Tettauen (1905)
Guía de lectura

 

PRELIMINAR:

Aita Tettauen es una novela histórica que pertence a la serie de 46 novelas históricas --"episodios nacionales"-- escritas por el prolífico novelista Benito Pérez Galdós, entre 1872 y 1912. En cada una de estas novelas Galdós convierte en ficción 46 diferentes momentos o "episodios" de la historia nacional española reciente, desde 1805 hasta 1880. La ficción fue para este discípulo de Charles Dickens (y del realismo europeo) el laboratorio donde procuraba confirmar sus teorías acerca de las causas históricas del momento actual, donde especulaba acerca de particular forma de ser y de pensar de los españoles. Galdós nos tienta a cuestionar en cada momento de la relación entre historia y ficción, la realidad y su representación.

El "episodio nacional" que Galdós trata en Aita Tettauen es la declaración de guerra por el gobierno de Antonio Cánovas del Castillo, en 1859, con Isabel II sobre el trono. La forma de goberno en España en este momento fue, como es hoy, una monarquía parlamentaria. El monarca es el jefe del Estado; el Primer Ministro, el presidente del gobierno

La novela empieza con la declaración de la guerra, en octubre de 1859, y termina con la entrada de las tropas españolas en la ciudad marroquí de Tetuán en la primavera de 1860. Cómo se nos presentan los hechos --las diferentes voces (narrativas) y lentes (perspectivas)-- son tan importantes como los hechos mismos, tal vez incluso más.

 

El título de la novela deriva de:

  • Aita = un género musical popular en el que el canto predomina sobre los demás componentes (ritmos, danzas, etc.). El término 'aita', que deriva del verbo 'ayyat' (=llamar), nos recuerda que casi todas las 'aitas' comienzan con la invocación de Allah y de sus tantos. La llamada ('aita') señala por tanto el comienzo y sirve para invocar la inspiración divina.
  • Tettauen = el nombre de la ciudad Tetuán, que significa Ojos de manantiales y que está situado en el norte de África, a poca distancia de Ceuta (enclave español).

Antes de comenzar la novela puedes aprender más sobre Galdós y sobre su época en:

Una introducción a la historia de España en el siglo XIX
Benito Pérez Galdós en contexto


Atienza: 
"El ejército de África recibido en la Puerta de Sol (Madrid)"

LA GUERRA DE AFRICA:

1859 - 1860: La Guerra de África (timeline) estalla bajo el reino de Isabel II en diciembre de 1859 y, en su primera campaña, duró cuatro meses, terminando con el tratado de Wad-Ras el 26 de abril de 1860. A consecuencia de su victoria en esta primera campaña, España garantizó su presencia político-militar en el continente africano, precisamente en los enclaves de Ceuta y Melilla (todavía hoy pertenece a España) además de otros pequeños territorios anteriormente pertenecientes al sultanato de Marruecos.

Arriba:
La reina Isabel II y los político-militares Leopoldo O'Donnell (1809-1867) y Juan Prim (1814-1870) fueron los responsables por esta iniciativa colonialista. La política de "acercamiento" a Francia --el deseo de repartir la tarta colonial con el país vecino del norte-- y el apoyo de los catalanes a ese proyecto quedan marcados en la caricatura de Isabel con Napoleón III de Francia.
A la derecha:
Mapa del "Protectorado español," la zona de Marruecos que quedó bajo la autoridad política de España desde 1912 hasta 1956.

En 1909 (timeline) las tribus del norte de Marruecos se sublevaron, dándose lugar el comienzo de la segunda fase de la Guerra de África, llamada también la Guerra del Rif, por el nombre de las montañas del norte de Marruecos. En esta nueva fase militar España amplió su dominio territorial sobre el llamado Protectorado Español, creado gracias a los acuerdos hispano-franceses de 1912. Los conflictos bélicos continuarán de forma más o menos esporádica casi dos décadas, hasta la pacificación del Protectorado en 1927. En 1956 España devuelve este territorio a Marruecos.

Sobre todos los episodios de la guerra de África o del Rif se destaca la batalla de Annual (Nador, 1921; timeline) como el más cruento, una auténtica carnicería en la que alrededor de 10.000 tropas españolas pierden la vida. El "desastre de Annual," será el tema de nuestras próxima lectura, la novela Imán de Ramón Sender. El desastre produjo una enorme reacción popular y literaria en España y condujo en 1923 a la caída de la monarquía --Alfonso XIII-- y la subida al poder del dictador Miguel Primo de Rivera.

TERMINOLOGÍA GEOGRÁFICA

La acción empieza en Madrid pero transcurre, en su mayoría, en el norte de Marruecos (adjetivo: marroquí, marroquíes). En este mapa, identificar los puntos de referencia geográficos principales: Madrid, Ceuta, Tetuán ("Ojo de Manantiales," en la novela) y Fez.

El Magreb (adjetivo: magrebí, magrebíes) es una denominación geográfica que se aplica la parte occidental del norte de África. Identifica los países que configuran el Magreb en estos mapas:

PRIMERA PARTE: Madrid, octubre-noviembre de 1859

El árbol genealógico de la familia Jerónimo Ansúrez

Jerónimo Ansúrez,
el “celtíbero”
(de Villa del Prado, Osma)

Vicente Halconero - Lucila Ansúrez

Gonzalo Ansúrez
(‘El Nasiry’; 'muladí)

Leoncio Ansúrez - Virginia

Vicentito

Pilarita

Bonifacio

Manolo

¿?

 
 

Otros personajes:

  • Jacob Méndez
  • Juanito Santiuste: vinculado a Leoncio Ansúrez por sus aficiones literarias

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  1. Originarios de una ciudad pequeña, el Burgo de Osma, en el corazón de la Castilla más tradicional, Vicente y Lucila Halconero se trasladan a Madrid con el fin de buscar una solución médica a la enfermedad que su hijo, el joven Vicentito, padece tras la caída de un caballo. La familia se instala en su casa en la plazuela Concepción Jerónima, para el deleite del niño, adicto a las historias de heroismo militar. Convaleciente, el niño se convierte en espectador del drama nacional --la euforia belicista popular-- que se desata cuando Cánovas del Castilla declara la "guerra contra el moro." Es el mes de octubre de 1859.
  2. Diferentes miembros de la familia Ansúrez reflexionan sobre los dilemas que la nueva situación política supone para ellos.
  3. Se sigue viviendo la dramática situación política dentro de la casa de los Ansúrez. La "guerra contra los moros" se enfoca desde distintos puntos de vista, empezando con la conversación entre Vicentito y su madre, Lucila, y terminando con el coloquio entre los mayores, con la llegada de un personaje central: Juanito Santiuste.
  4. Durante la "tertulia" familiar (cap. IV), Santiuste y Carrasco plantean las diferencias entre la cultura "mora" y la "cristiana", enfocándose en la moda (25). Relaciona este discurso con las teorías lingüísticas (las lenguas semíticas versus las lenguas indo-europeas) comentadas por Edward Said.
  5. Gran parte del capítulo V ocurre de noche, mientras el "insomnio revolvía historias pasadas y presentes" en la imaginación de quien (Lucila) no conciliaba el sueño. Sobresale en la pantalla de su imaginación la imagen del niño ante la guerra, que idealiza (cual si fuese un Quijote moderno) las hazañas épico-militares: "El ideal guerrero tan pronto revivía en los ojos del niño doliente [Vicentito] como en los labios de aquel otro niño grande [Juanito] que jugaba con el Romancero" (30). En Lucila Ansúrez Galdós retrata a una madre ansiosa por proteger a su hijo (Vicentito) de la realidad militar.
  6. El infarto (¿?) de Vicente Halconero ante la noticia de Juanito Santiuste (que se va a la guerra: 36) marca el comienzo de una yuxtaposición (velorio en casa, patriotismo en la calle) que resulta tajante al comienzo del capítulo VII: "subían el ataúd [de Halconero] . . . gran estrépito militar venía de la calle" (42). Tales estrategias (es decir, esta yuxtaposición) son literarias obviamente. ¿Qué podría tener en menta Pérez Galdós a la hora de crearla? ¿Qué quiere señalar?
  7. La estrategia literaria de proyectar la situación colectiva mediante la perspectiva individual culmina en el capítulo VII. El cuadro de Madrid y las multitudes sirve de telón de fondo para la nueva aventura de Juanito Santiuste, quien procede a la estación de Atocha para coger el tren y viajar con las tropas a Marruecos. El tren es un símbolo importante a finales del siglo XIX entre los autores realistas y naturalistas (Galdós, Clarín, Pardo Bazán; en Inglaterra, Thomas Hardy). Trata de pensar en lo que podría simbolizar aquí.
SEGUNDA PARTE: Africa.--De Ceuta al Valle de Tetuán: noviembre y diciembre de 1859.--Enero de 1860

CAPÍTULO I

  1. Clavileño es el nombre de un caballo de madera que aparece en el capítulo XLI de Don Quijote de la Mancha. Como sabemos, con Don Quijote Cervantes construye una parodia de la caballería andante (knight errancy), del heroísmo correspondiente y de los libros medievales ("libros de caballería") que lo representan. Dentro de los esquemas paródicos de la novela de Cervantes, Clavileño --lo mismo que "Rocinante" (el caballo de don Quijote) sería la proyección burlesca de los caballos que los héroes de antaño, los cuales ascenían al heroismo idealizado gracias a su proeza y su nombre. El caballo del Cid, por ejemplo, se llama Babieca.

    Representaciones de Clavileño a través de los siglos

  2. En su llegada a Marruecos, Santiuste sirve como pretexto para trasmitir una perspectiva global de las primeras batallas de la guerra. Presta atención a la manera en que Galdós describe a la "morería" y trata de compararla con ciertos cuadros del périodo, sobre todo los de Mariano Fortuny en Los pintores del siglo XIX ante la historia.  Otros cuadros que pueden relacionarse son: Gonzalo Bilbao Martínez  (1860-1938), "Tetuán / Corriendo la pólvora"; Francisco Lameyer Berenguer  (1825-1877), "Combate de moros"; Eduardo Rosales Gallina  (1836-1873), "La batalla de Tetuán".  Nota en particular la retórica en las siguientes descripciones: "vomitó Sierra Bullones gran morisma . . . daba el cuerpo los berberiscos con espantosa gritería . . . los moros salían por aquella parte como nube de moscas (etc.)" (51-52).
CAPÍTULO II
  1. Identificado como el cantor o cronista de la guerra, Juan Santiuste sirve como una especie de cámara que capta la guerra en su dimensión panorámica. La batalla, la violencia y el odio parecen servir como acicate para su conciencia pacifista y humanitario. También suscitan en Juan inquietudes religiosas, algo frecuente entre los seres humanos en tiempos de crisis. Sigue este proceso (capítulos II - IV) mientras pasamos del plano colectivo al individual.
  2. Nota la crítica implícita de las fronteras religiosas entre la Cristiandad y el Islam levantadas en torno a la imagen del "apóstol Santiago . . . general de españoles y matador de moros" (56). El capítulo II termina con la imagen de Santiago apóstol otra vez, y modelo preestablecido que resulta útil para Galdós.
CAPÍTULO III
  1. Coordenadas geográficas: estas primeras campañas nos conducen hacia la ciudad de Tetuán (consultar mapa).
  2. Presta atención a la descripción de los heridos de guerra en el hospital (otra vez, Santiuste es nuestro telescopio). ¿Cómo describe Galdós esta escena? ¿Podríamos suponer aquí alguna motivación?
  3. Al final del capítulo III, Santiuste se encuentra con Pedro Antonio de Alarcón (1833-1891), un importante escritor granadino del siglo XIX, autor de "El Sombrero de tres picos" (que inspiró un importante ballet de Manuel de Falla) y que publicó también su Diario de un testigo de la guerra de Africa. Según un crítico, "[la guerra de Africa] parecía a Galdós, no sin razón, una pequeña aventura guerrera, una imitación del cesarismo francés . . . que despierta en Alarcón su «nacionalismo épico»". Sigue la dialéctica que se desarrolla aquí (capítulo IV) entre la actitud de Alarcón y la de Juan Santiuste.

 

La toma de Tetuan (estampa popular de la época)
De izquierda a derecha:
Foto de Pedro Antonio de Alarcón;
portada de su Diario de un testigo de la Guerra de África;
conmemoración filatélica (de la época) de la Guerra de Africa

 

CAPÍTULO IV
  1. El papel de Juan Santiuste sirve para plantear el papel del arte y de la literatura --del artistas, de los intelectuales-- ante los hechos históricos. Trata de formular ideas al respecto. Ten en cuenta la siguiente declaración: "en el fondo todo de esto no hay más que un plan político: dar sonoridad, empaque y fuerza al partido de O’Donnell" (69).
  2. En el diálogo entre Juanito Santiuste y Pedro Antonio de Alarcón, analiza las diferencias ideológicas que separan a estas dos figuras. ¿En qué se basan estas diferencias? ¿Qué ideas los separan?
  3. Figuras políticas que aparecen nombradas en esta sección:
CAPÍTULO V
  1. Nota la manera en que Galdós proyecta posturas colectivas (populares) hacia los "moros": "el impío desprecio con que se mira a los pobres moros. Nuestra lengua es una hoja bien afilada para cortar cabezas mahometanas"; "Así le sale historia de España lo que debiera ser historia marroquí… Perico [Pedro Antonio de Alarcón], moro de Guadix, eres un español al revés o un mahometano con bautismo… Escribes a lo castellano, y piensas y sientes a lo musulmán… Musulmán eres…. El cristiano soy yo" (72).
  2. Nochevieja de 1959. En este capítulo vamos dándonos cuenta de que Galdós fabrica un personaje literario (Juan Santiuste) y su encuentro con un personaje histórico (el escritor Pedro Antonio de Alarcón) para contrastar posturas ideológicas. Explicar.
  3. La Casa del Morabito: un lugar mencionado como escenario de batalla entre las tropas españolas y los marroquíes. Un "morabito" es una especie de ermitaño (hermit) religioso, dedicado a la vida retirada y a la oración.

    Morabitos en diferentes zonas de Marruecos

CAPÍTULO VI
  1. Batalla, el 1º de enero de 1860. Nota la brutalidad contra los marroquíes y el tema del delirio (la demencia, 76) de la guerra. 
    Imagen de un  húsar: 
    soldado de caballería ligera que iba vestido a la húngara (Siglo XIX).

  2. Trata de evaluar la manera en que Galdós describe este encuentro militar. ¿Es que pueden identificarse señales de cierto pacifismo en la retórica de Galdós?
  3. Motivo (80): la "diosa implacable", sedienta de sangre / la guerra como rito sacrificial. ¿Puede servir este motivo para establecer cierto paralelo entre el autor y su protagonista? ¿Qué conexión podría hacerse aquí entre este motivo y las multitudes madrileñas, descritas al comienzo de la novela, cuando Juan Santiuste se dirigía hacia la estación de tren?
  4. Nota el énfasis en la perspectiva de Santiuste, su acto de ver: "vio una fila de soldados conductores…", etc. (81).
CAPÍTULO VII
  1. Santiuste sustituye a un camillero (stretcher-bearer; 'camilla' = stretcher) y descubre que el herido que transporta es Leoncio Ansúrez.
  2. Santiuste se conmueve ante la realidad de la tragedia española: heridos, muertos, autoridad militar (El general Prim).
  3. Leoncio cree haber visto a "su hermano moro," Gonzalo Ansúrez, morir en la batalla recién librada. Sin embargo, la manera en que se relata este episodio sugiere que las impresiones de Leoncio pueden ser inseguras. No menos inseguras son las impresiones de Juan, que cree haberlo visto a Gonzalo sin haberlo conocido nunca. Se afianza en el parecido de Gonzalo con su hermana Lucila (madre del niño, Vicentito, en Madrid). Tanto Leoncio como Juan fundan su interpretación de los hechos sobre datos poco fiables.
CAPÍTULO VIII
  1. El narrador resume el proceso psico-ideológico de Juanito Santiuste: "El radical cambiazo en los sentimientos y en las ideas de Santiuste, llevándole del nacionalismo épico a las amplias miras humanas…" (89).
  2. El violento temporal y sus efectos sobre las tropas españolas.
  3. Durante un delirio febril se representa la conversión de Juanito Santiuste. La conversión es un tema fundamental en el discurso orientalista español, desde el Romancero medieval hasta el novelista Juan Goytisolo (Don Julián). Piensa, por ejemplo, en el romance "Tres morillas." Trata de formular una explicación de los postulados ideológicos en que este motivo se basa.
El General Juan Prim en la batalla de Castillejos El General Juan Prim en la batalla de Tetuán

 

CAPÍTULO IX CAPÍTULO X


CAPÍTULO XI


CAPÍTULO XII


CAPÍTULO XIII

La toma de Tetuán

El 1 de enero de 1860, el general Prim avanzó en tromba hasta la desembocadura de Uad el Jelú con el apoyo al flanco del general Zabala y el de la flota que mantenía a las fuerzas enemigas alejadas de la costa. Las refriegas continuaron hasta el 31 de enero donde fue contenida una acción ofensiva marroquí, y O'Donnell comenzó la marcha hacia Tetuán, con el apoyo de los voluntarios catalanes. Recibía la cobertura del general Ros de Olano y de Prim en los flancos. La presión de la artillería española desbarató las filas marroquíes hasta el punto de que los restos de éste ejército tomaron refugio en Tetuán, que cayó el día 6 de febrero.


Arriba: La Batalla de Tetuán según una estampa de la época
Abajo: el comandante de las tropas españolas, Leopoldo O'Donnell (izquierda), el comandante de las tropas marroquíes, Muley el-Abbás (derecha) y una representación de la "entrevista" de los dos (23 febrero 1860)

El Mausoleo de O"Donnell en Madrid
En el friso (segunda imagen): Leopoldo O'Donnell entrando en Tetuán, con las tropas españolas


TERCERA PARTE:  Tettauen, mes de rayab de 1276

CAPÍTULO I

El subtítulo de este apartado señala un cambio repentino en la narración que poco a poco iremos comprendiendo.  (Sólo se comprenderá totalmente al final de la novela.)  Se trata, en teoría, de la crónica de la guerra escrita por el Nasiry (nombre completo: el Hacha Mohammed ben Sur el Nasiry), renegado español (o muladí) y hermano de Lucila Ansúrez (nombre original: Gonzalo Ansúrez) mencionado al comienzo de la novela. El relato se adapta ahora al formato epistolar, pues los capítulos se estructuran como si fueran las cartas escritas por el Nasiry a un benefactor suyo que vive en Fez y que quiere enterarse de lo que ocurre en el frente.

“¡Qué hermosa carrera la de tantos hombres a caballo, enardecidos y locos de ira contra la usurpación! Caballo y jinete parecían en cada de una sólo de una sola pieza, y en ésta un corazón ardiente irradiaba el fuego de la pasión guerrera. Nunca vi caballería más fiera y gallarda. ¡Loor ... ! La paz sea con el que sigue el buen camino.”

Notar: "correr la pólvora" = Ejecutar varias maniobras corriendo a escape a caballo y disparando las armas, ejercicio muy usado por los moros como diversión o festejo. (Diccionario de la Real Academia Española)


CAPÍTULO II

El Nasiry inicia este capítulo refiriendo su diálogo con el "noble y sabio príncipe," su benefactor en Fez. Este le implora que vaya a Tetuán ("Ojos de Manantiales") para analizar los efectos de la guerra: el supuesto "pillaje y saqueo" de los guerrilleros rifeños; los esfuerzos "traicioneros" de la comunidad judía, sefardíes todos (descendientes de los judíos expulsados de España en 1492), que según parece buscan el amparo de las tropas españolas. En el Mellah (el barrio judío), el Nasiry habla con Yakub Mendes, un comerciante judío, acerca de la amenaza del saqueo y pillaje de las tropas españolas, y luego con su amigo Simuel Riomesta, incitándoles (según cuenta) para que no traicionen a Marruecos. La viuda Mazaltob ("Afortunada") le cuenta su experiencia con el "mancebo ferido" (joven herido): obviamente es el episodio de la herida de Juan Santiuste, contado al final de la Segunda Parte de esta novela a través de otra voz narrativa, la del narrador omnisciente, y desde un punto de vista diferente (el de Santiuste). Mazaltob le acompaña a Nasiry adonde Juan, "disfrazado" todavía, está convaleciendo.

Tetuán en imágenes: la Puerta de Dios (Bab-el-lah), entrada al Mellah, la judería (barrio judío), ayer y hoy


CAPÍTULO III

Para captar la complejidad de este capítulo, conviene recordar que el texto se presenta con el testimonio epistolar del Nasiry, para su benefactor, el príncipe marroquí que vive en Fez. Piensa, por ejemplo, en cómo insiste en llamar a los judíos del Mellah como una "caterva" (gang o bunch, despectivo). Por eso las referencias a la familia Ansúrez y a la identidad española del Nasiry (Gonzalo Ansúrez) están "disfrazados" en la narración. Identifica dónde y cómo. ¿Crees que Nasiry es sincero en todo lo que relata? Intenta formular una opinión, basándola en datos concretos.

Juan Santiuste (bautizado con el nombre hebreo “Yahia”) le explica al Nasiry la razón de su pacifismo. El Nasiry, mientras tanto, quiere saber más sobre los "planes de O'Donnell." Juan (Yahia) vaticina la victoria de O’Donnell, lo cual provoca la furia del Nasiry: "¡Loor al Dios únmico! Comprenderás, noble señor, cuánto me indignó el vaticinio del desquiciado Yahia" (133). 

En casa de Simuel Ríomesta, encuentra a su hija Yohar (Perla). El padre se ha reunido con otros judíos en la sinagoga para tratar el tema de la guerra. Yohar le explica que Muley el Abbás ha prohibido que la población tetuaní (= de Tetuán) se fugue ante el peligro de la invasión española.

Por las calles de Tetuán encuentra a su "convecino Hach Ahmed Abeir," quien opta por hablarle en español. Este le expresa su temor a los rifeños y le recomienda al Nasiry que intente "apaciguar a los judíos."

Por eso vuelve al Mellah, según informa en su epístola, donde topa con Mazaltob. Ella reitera su profecía (la victoria española el día 18 de schebah), mientras que el borriquero, Edras Molina, proclama que la pólvora de los españoles no arderá tan bien como en España debido a la diferencia de aire. (¿Quién sabe si con esto Galdós quiere implicar algo?)

El Nasiry termina esta carta con una sentencia religiosa: la necesidad de una intervención divina para que las naciones no hagan guerra. “Los beneficios de Dios no se manifiestan en las naciones, sino en el universo…” (137).


CAPÍTULO IV

El Nasiry un vuelve a la casa de Simuel Riomesta para pedirle le pide un préstamo.  (El tópico del judío prestamista o usurero.)  La hija de Riomesta, Yohar, le acompaña al cuarto donde están las arcas.  Lo que al principio parece una escena costumbrista de cortejo entre el musulmán (Nasiry) y la judía (Yohar) se convierte en una pequeña lección histórica (tendencia didáctica) acerca de la comunidad judía en África y sus lazos ancestrales con España, país donde se “quemaron” a los “abuelos” de Yohar (según el Nasiry).  El Nasiry fracasa al final en su intento de convencerla del peligro español a “aquella gente sin el fuego de patria en su corazón” (así caracteriza el Nasiry al pueblo judío). 

Saliendo de la casa de Riomesta, el Nasiry se cruza con Mazaltob. Sus advertencias (que Yohar no sucumba a los artilugios hechiceros de esta nueva Celestina) son una premonición de la relación que Yohar y Yahia concertarán luego.

Abandonando el Mellah, el Nasiry se dirige a la Alcazaba (fortaleza) y luego al Zoco (zona comercial, mercado), donde ve a las multitudes alteradas por la amenaza de guerra.  Visión panorámica que recuerda la de Juan Santiuste cuando cruza Madrid camino de la estación de trenes, al comienzo de la novela.


CAPÍTULO V

El criado del Nasiry le cuenta las peripecias de la guerra (victorias de los españoles, que se preparan para la afrenta).  El Nasiry le explica al "Príncipe" Muley el Abbás (el comandante de las tropas marroquies) de qué "kabila" son los "catalonios" (los catalanes). El Nasiry sale al campo donde toma nota del avance de las tropas españolas.


CAPÍTULO VI

El Nasiry ofrece una crónica de la batalla desde el punto de vista musulmán.  Rechaza la interpretación “peregrina,” ofrecida por su camellero Bu-Haman de que la derrota de los marroquíes es el castigo divino por su menguante fe (“El Mogreb es vencido por la tibieza de nuestra fe”).


CAPÍTULO VII

El Nasiry deambula fuera y dentro de Tetuán, por las "angosta calles," topando con diferentes individuos, repasando los efectos de la derrota: la desconsolación (religiosa) de los habitantes de la ciudad; el saqueo en la ciudad y la fuga de los “montañeses” (guerrilleros musulmanes) ante el avance de los "fornidos catalonios" (tropas catalanas).  Los “desmanes” (= excesos, actos contra el orden público) de los montañeses condicionan la recepción favorable de los tetuaníes (habitantes de Tettauen o Tetuán) hacia los españoles. Se concierta la entrega de la ciudad a los españoles y se elige al “renegado” Torres (nombre musulmán: Gazel) para la embajada. El Nasiry alega haber renunciado la invitación a participar en esa delegación, a causa de "desagradables cuestiones comerciales" con los españoles de Ceuta.

"Luego se volvía hacia Ojos de Manantiales, y con plañidera y delgada voz le decía: «Tú, que has sido siempre pura como paloma blanca, o como el turbante del Imam en el Mumbar (el sacerdote en el púlpito); tú, que eras un jardín espléndido y hermoso, cuyas flores sonreían de felicidad como un lunar en la mejilla de una desposada; tú, cuya belleza es superior a la de Fez, Egipto y Damasco, ¿qué es ahora de ti?». Oyendo estos bellos cánticos, lagrimones como puños brotaban de nuestros afligidos ojos, y el pecho senos oprimía. Volvíase luego el poeta hacia nosotros, y nos declaraba que Tettauen era víctima del mal de ojo, y que padecía la misma suerte que la fabulosa heroína Zarka El Jamama"


CAPÍTULO VIII

Después de atestiguar la horrible agresión de unos “montañeses” contra Mazaltob, en el Mellah ("el espíritu de caridad surgió en mí con irresistible fuerza"), el Nasiry busca alianzas con otros líderes (Ibrahim) para negociar la paz "al uso europeo, en nombre de nuestro señor el sultán." El "desesperado" Riomesta le narra al Nasiry datos importantes cerca de Juan Santiuste (“Yahia”): su hija, Yohar, con la ayuda de Mazaltob, huyó con “el profeta cristiano” (Yahia), que “vino a meter víboras venenosas en el corazón de mi Perla”.  El Nasiry va en busca de Santiuste (Yahia).  Se duerme.  La embajada se reúne con O’Donnell (el “Gran Español”) para concretar la entrega de la ciudad y son recibidos con enorme cortesía.


CAPÍTULO IX

El renegado Gazel (Torres), el “pérfido español” ("que, como español es un pozo de astutas maldades"), tienta al Nasiry con aguardiente.  La pecaminosa borrachera ("mona") produce un sueño profundo en el que la historia de Yahia y Yohar se transforma en la de Salomé y San Juan Bautista (Juan Santiuste > San Juan Bautista, o sea, 'Yahia').  Le halla en esta lamentable condición su fiel sirviente, Ibrahim, afligido por la brujería de Mazaltob (padece de cólera).

"--Ya viene el día, Sidi... Bendita sea la luz del Sol. ¿Te acuerdas del capítulo Ciento y tres del Korán?
--Sí que me acuerdo. Ese capítulo recito yo todos los días en cuanto veo la luz solar. Es breve y hermoso de toda hermosura y unción. Repitámoslo juntos: «Busco un refugio contra ti, Señor del Alba, Señor del Día... Refugio contra la iniquidad de los seres malos que has creado... Refugio contra el mal de la noche sombría...».
--Refugio contra la perversidad de los que soplan sobre los nudos... Refugio contra los envidiosos.
Tres o cuatro veces repetimos con intensa devoción las sublimes palabras del Profeta. Después me dijo Ibrahim: «En otro lugar del Libro Santo encontrarás el remedio que empleó el Profeta contra el embrujamiento judaico de los once nudos. Has de leer con grandísima devoción y recogimiento once capítulos del Korán; a cada lectura de un capítulo, siempre que sea lectura con piedad, se deshará uno de los nudos, y en cuanto los once sean deshechos, desaparecerá el maleficio»."


CAPÍTULO X

Mientras los soldados españoles penetran (y se ocupan) de Tettauen (Tetuán), Yohar y Yahia han penetrado la casa de el Nasiry, “en busca de la paz y la hospitalidad”.  Los dictámenes de Yahia penetran a su vez el cerebro del Nasiry: “Odio la guerra, y en ella soy todo ineptitud” (183).

TETUÁN HOY
Vista panorámica - La muralla y una de las puertas principales - La medina

 


CUARTA PARTE: Tetuán, enero-febrero 1860

CAPÍTULO I

Datos ofrecidos por Mazaltob sirven ahora para retomar el hilo de la historia de Santiuste, desde su llegada a la ciudad de Tetuán (final, segunda parte). Sirven también para construir una nueva perspectiva sobre el período representado por el Nasiry en sus cartas.  Los temas que ella trata son: el encuentro entre Mazaltob y Juan Santiuste, su herida y cura; el poder retórico de Santiuste y su honda espiritualidad cristiana; el problema del celibato y el enamoramiento de Santiuste con Yohar, hija del rabino Riomesta.

"Rodando (Santiuste) por Tetuán, pudo apreciar el aventurero que si moros y judíos se peleaban por cuestiones de ochavos, nunca lo hacían por motivos religiosos: sinagogas y mezquitas funcionaban con absoluta independencia y recíproco respeto de sus venerados ritos. Observó también que los sacerdotes hebreos, así como los musulmanes que sin carácter eclesiástico prestan servicio en los templos del Islam, eran casados, o disfrutaban la posesión de mujeres con más o menos amplitud."

"Profeta de paz no podía ser con los hebreos, que ya desde siglos remotos abominaban de la guerra, ni con los moros, que sólo peleaban a la defensiva, ni con los españoles, que jamás se quitarían de la cabeza el delirio deslumbrador de las empresas militares. Pero no creyéndose llamado a catequizar directamente a las tres razas afines, sentía dentro de sí un vago prurito de manifestar sus ideas, no por los discursos, sino por la acción... más claro: creíase llamado a ser apóstol de la paz, no sermoneándola, sino haciéndola. Ni él mismo se daba explicación del punto de partida de este anhelo en su alma exaltada, ni del fin a que se dirigía con fuerza más instintiva que voluntaria... Pero él, cuando en los camastros de Mazaltob se reponía de sus caminatas callejeras, pensaba: «¿No será vano el artista que predique los principios de la escultura y no sepa labrar una estatua? ¡Ah!, no seré yo ese artista estéril y baldío. A un lado las retóricas que enseñan reglas infecundas, jamás comprendidas del oyente, y hagamos, aunque sea en barro tosco, la estatua de la Paz»."

Domingo Francisco Jordi Badía y Leblich, alias Ali Bey, nacido en Barcelona en 1767, hijo de padre aragonés y madre belga


CAPÍTULO II

Se narra cómo llegaron Santiuste (Yahia) y Yohar a enamorarse y casarse, luego sus peripecias durante los violentos días de febrero de 1860 ("vemos" de nuevo los mismos acontecimientos violentos representados al final de la sección III, en las cartas del Nasiry), hasta que topan con el Nasiry en el momento de la entrada de las tropas españolas. Yahia (Juan) se disfraza con algún atuendo del Nasiry para salir a la calle.

¿Qué paralelos podríamos encontrar entre la técnica de Galdós y el arte del período?  ¿Podríamos hablar de un estilo pictórico en la prosa de Galdós?

 


Amores (orientales) que matan, o el arquetipo de la mujer emasculadora en la pintura y música europea
Judit, Delila, Salomé y Herodías

"Judit y Holofernes"
Artemisia Gentellischi (1611) Caravaggio (1599) Francisco de Goya (1819)
 
"Sansón y Delila"
Peter Paul Rubens (1609) Pascal Blanchard (1886) Max Liberman (1910)
 
"Salomé con la cabeza de San Juan Bautista"
Tiziano Vecellio (1576)

"Salomé"
Richard Strauss (ópera, 1905)
Ver "La danza de los siete velos"

"Herodías contemplando la cabeza de San Juan Bautista"
Iwan Nicolajewitsch Kramskoj (Rusia, 1886)


CAPÍTULO III

Juan y Gonzalo (Yahia y el Nasiry) huyen de las tropas españolas.  La admiración de Juan por el “prodigio de la metamorfosis” de “alta escuela” conduce al tema de Alí Bey (otra vez), cuya conversión (como hemos dicho) fue el producto de una larga y refinada educación.  En la conversación que sigue, Gonzalo revela factores fundamentales: (1) su ideología política (imitar = conquistar); (2) el contexto de sus cartas (prometió contar los acontecimientos de la guerra a un benefactor suyo que vive en Fez); (3) su descarada falsificación de la realidad, a modo de una crónica disfrazada.

"Con esto acabó el buen Yahia de ganar la confianza del que tenía por poderoso señor musulmán, o renegado de alta escuela, al estilo de Alí Bey... De veras admiró Juan el prodigio de una metamorfosis bastante perfecta para cautivar en confiada ilusión a todo un pueblo.

Ponderó El Nasiry las ventajas de vivir en Marruecos en calidad de moro, disfrazándose para ello de lenguaje, de costumbres y de religión, y ensalzó el beneficio grande que resulta de existir allí muy pocas leyes, simplificaciónlegislativa que compensaba el bárbaro despotismo del Sultán. Este no era tan intolerable para el hombre flexible y astuto que supiera adaptarse al suelo, y hacer sus pulmones al ambiente de un país sin gobierno excesivo, tiranía ciega y caprichosa. Era cuestión de marrullería, de estudio de los hombres y de conocimiento de la fundamental ciencia del Mogreb, que es la Gramática Parda. Él había estudiado más que cien bachilleres de Salamanca para llegar a la cabal asimilación del Islamismo por el lado religioso, por el civil y moral, y podía decir, aparte toda modestia, que pocos picaron tan alto en la sutileza de la conquista. «La llamo así -prosiguió-, porque conquista personal es lo que yo he realizado, y no hay otra manera de penetrar en esta salvaje familia. Los españoles no imitarán en conjunto mi obra, y por no imitarme, no serán nunca dueños de Marruecos, a pesar de estas guerras y de estas batallitas vistosas... sí, muy vistosas y con música, hijo mío, pero nada más... Y por fin, si tu intención es quedarte aquí, tómame por maestro, y no des un paso ni respires sin consultarme previamente. Prepárate a una labor dura, y trae a tu entendimiento todas las luces que andan por esos mundos, y alguna más que tú inventes, pues la sabiduría y picardía labradas por los demás no son bastantes, y hacen falta picardía y saber nuevos que cada cual debe sacar de donde pueda»."


CAPÍTULO IV

En su paseo final por Tetuán Juan topa con el escritor Pedro Antonio de Alarcón y plantea el dilema político final: “Si vosotros con el acero y la pólvora habéis hecho una gran conquista de guerra, yo, con pólvora distinta, he hecho una conquista de paz.  ¿Cuál será más duradera, Perico…?”


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