Benito
Pérez Galdós, Aita Tettauen (1905)
Guía de lectura
PRELIMINAR:
Aita Tettauen es una novela histórica que pertence a la serie de 46 novelas históricas --"episodios nacionales"-- escritas por el prolífico novelista Benito Pérez Galdós, entre 1872 y 1912. En cada una de estas novelas Galdós convierte en ficción 46 diferentes momentos o "episodios" de la historia nacional española reciente, desde 1805 hasta 1880. La ficción fue para este discípulo de Charles Dickens (y del realismo europeo) el laboratorio donde procuraba confirmar sus teorías acerca de las causas históricas del momento actual, donde especulaba acerca de particular forma de ser y de pensar de los españoles. Galdós nos tienta a cuestionar en cada momento de la relación entre historia y ficción, la realidad y su representación. Lo hace en una serie de novelas donde personajes de ficción --como Juan Santiuste-- conviven con personajes históricos, como Leopoldo O'Donnell o Pedro Antonio de Alarcón. Esta mezcla particular de lo verídico y lo imaginario es la seña principal de la novela histórica del siglo XIX.
El "episodio nacional" que Galdós trata en Aita Tettauen es la declaración de guerra por el gobierno de Antonio Cánovas del Castillo, en 1859, con Isabel II sobre el trono. La forma de goberno en España en este momento fue, como es hoy, una monarquía parlamentaria. El monarca es el jefe del Estado; el Primer Ministro, el presidente del gobierno
La novela empieza con la declaración de la guerra, en octubre de 1859, y termina con la entrada de las tropas españolas en la ciudad marroquí de Tetuán en la primavera de 1860. Cómo se nos presentan los hechos --las diferentes voces (narrativas) y lentes (perspectivas)-- son tan importantes como los hechos mismos, tal vez incluso más.
El título de la novela deriva de:
- Aita = un género musical popular en el que el canto predomina sobre los
demás componentes (ritmos, danzas, etc.). El término 'aita',
que deriva del verbo 'ayyat' (=llamar), nos recuerda que casi todas las
'aitas' comienzan con la invocación de Allah y de sus tantos. La
llamada ('aita') señala por tanto el comienzo y sirve para invocar
la inspiración divina.
- Tettauen = el nombre de la ciudad Tetuán, que significa Ojos de manantiales y que está situado en el norte de África, a poca distancia
de Ceuta (enclave español).
Antes de comenzar la novela puedes aprender más sobre Galdós y sobre su época en:
Una
introducción a la historia de España en el siglo XIX
Benito
Pérez Galdós en contexto
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Atienza:
"El ejército de África
recibido en la Puerta de Sol (Madrid)"
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LA GUERRA DE AFRICA, LAS GUERRAS DEL RIF:
1859 - 1860: La Guerra de África (timeline)
La Guerra de África estalla bajo el reino de Isabel II en diciembre de 1859 y, en su primera campaña, duró cuatro meses, terminando con el tratado de Wad-Ras el 26 de abril de 1860. A consecuencia de su victoria en esta primera campaña, España garantizó su presencia político-militar en el continente africano, precisamente en los enclaves de Ceuta y Melilla (todavía hoy pertenece a España) además de otros pequeños territorios anteriormente pertenecientes al sultanato de Marruecos.
1909 - 1910: La segunda Guerra del Rif (timeline)
Esta guerra comienza cuando las tribus del norte de Marruecos se sublevan contra la autoridad colonial. En esta nueva fase militar España amplia su dominio territorial sobre el llamado Protectorado Español, creado gracias a los acuerdos hispano-franceses de 1912. Los conflictos bélicos continuarán de forma más o menos esporádica casi dos décadas, hasta la pacificación del Protectorado en 1927.
Mapa del "Protectorado español," la zona de Marruecos que quedó bajo la autoridad política de España desde 1912 hasta 1956.
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1920 - 1925: La tercerca Guerra del Rif (timeline)
Entre todos los episodios de la guerra de África o del Rif se destaca la batalla de Annual (Nador, 1921) como el más cruento, una auténtica carnicería en la que alrededor de 10.000 tropas españolas pierden la vida. El "desastre de Annual," será el tema de nuestras próxima lectura, la novela Imán de Ramón Sender. El desastre produjo una enorme reacción popular y literaria en España y condujo en 1923 a la caída de la monarquía --Alfonso XIII-- y la subida al poder del dictador Miguel Primo de Rivera.
1956:
Marruecos consigue su independencia de Francia (en el sur) y España (en el norte) en el mismo año.
TERMINOLOGÍA GEOGRÁFICA
La acción empieza en Madrid pero transcurre, en su mayoría, en el norte de Marruecos (adjetivo: marroquí, marroquíes). En este mapa, identificar los puntos de referencia geográficos principales: Madrid, Ceuta, Tetuán ("Ojo de Manantiales," en la novela) y Fez.
El Magreb (adjetivo: magrebí, magrebíes) es una denominación geográfica que se aplica la parte occidental del norte de África. Identifica los países que configuran el Magreb en estos mapas:
PRIMERA PARTE: Madrid, octubre-noviembre 1859
El árbol genealógico de la familia Jerónimo Ansúrez |
Jerónimo Ansúrez, el “celtíbero” (de Villa del Prado, Osma) |
Vicente Halconero - Lucila
Ansúrez |
Gonzalo Ansúrez (‘El Nasiry’;
'muladí) |
Leoncio Ansúrez - Virginia |
Vicentito |
Pilarita |
Bonifacio |
Manolo |
¿? |
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Otros personajes:
- Jacob Méndez
- Juanito Santiuste: vinculado a Leoncio Ansúrez por sus aficiones literarias
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- Originarios de una ciudad pequeña, el Burgo de Osma, en el corazón de la Castilla más tradicional, Vicente y Lucila Halconero se trasladan a Madrid con el fin de buscar una solución médica a la enfermedad que su hijo, el joven Vicentito, padece tras la caída de un caballo. La familia se instala en su casa en la plazuela Concepción Jerónima, para el deleite del niño, adicto a las historias de heroismo militar. Convaleciente, el niño se convierte en espectador del drama nacional --la euforia belicista popular-- que se desata cuando Cánovas del Castilla declara la "guerra contra el moro." Es el mes de octubre de 1859.
- ¿De qué manera podría ser programático este primer párrafo? ¿Qué anuncia, en cuanto al tema de la novela?
"Antes de que el mundo dejara de ser joven y antes de que la Historia fuese mayor de edad, se pudo advertir y comprobar la decadencia y ruina de todas las cosas humanas, y su derivación lenta desde lo sublime a lo pequefio, desde lo bello a lo vulgar, cayendo las grandezas de hoy para que en su lugar grandezas nuevas se levanten, y desvaneciéndose los ideales más puros en la viciada atmósfera de la realidad. Decaen los imperios, se desmedran las razas, los fuertes se debilitan y la hermosura perece entre arrugas y canas ... Mas no suspende la vida su eterna función, y con los caminos que descienden hacia la vejez, se cruzan los caminos de la juventud que van hacia arriba. Siempre hay imperios potentes, razas vigorosas, ideales y bellezas de virginal frescura; que junto al sumidero de la muerte están los manantiales del nacer continuo y fecundo... En fin, echando por delante estas retóricas, os dice el historiador que la hermosura de la sin par Lucila, hija de Ansúrez, se deslucía y marchitaba, no bien cumplidos los treinta años de su existencia." (1)
- Nótese el fuerte énfasis en cuestiones genealógicas
- Toman nota de la exactitud histórica (fechas) y geográfica o urbanística (Madrid) como técnias del realismo y para entrelazar historia
y ficción.
- Los primeros datos políticos
nos llegan filtrados por la conciencia imperfecta o parcial de los personajes,
"pequeños seres": explicar.
- ¿Puedes detectar alguna nota de ironía en la última frase: "Tras de Halconero permanecía rígido y mudo Jerónimo Ansúrez; su rostro castellano, de austera y noble hermosura . . . expresaba un vago renacer de grandezas atávicas (ancestral)" (12).
- Diferentes miembros de la familia Ansúrez reflexionan sobre los dilemas que la nueva situación política supone para ellos.
- ¿Cómo interpretas la hermandad hispano-marroquí que Vicente
Halconero plantea? Analiza, por ejemplo:
"Otra cosa les digo, para que se pongan en lo cierto al entender de guerras africanas, y es que el moro y el español son más hermanos de lo que parece. Quiten un poco de religión, quiten otro poco de lengua, y el parentesco y aire de familia saltan a los ojos. ¿Qué es el moro más que un español mahometano? ¿Y cuántos españoles vemos que son moros con disfraz de cristianos? . . . Otros ejemplos sacaré, si por lo que he dicho no me confiesan que esta guerra que ahora emprendemos es un poquitó guerra civil ... Pero civil o de naciones, adelante con ella, y veamos otra vez a Cristo vencedor de Mahoma."
- Toma nota desde el comienzo de las referencias a los celtíberos y trata de relacionar estas referencias con una cierta actitud nacionalista comentada por Américo Castro en La realidad histórica de España.
NOTA CULTURAL / Los celtíberos: El término "celtíbero"
es crucial para comprender las implicaciones histórico-culturales
de esta obra. Américo Castro introduce el término al hablar
de los historiadores que plantean una identidad nacional establecida antes
de la llegada de "pueblos invasores". Para estos historiadores la identidad
nacional surge como amalgama de las culturas celta e ibera, pueblos que
poblaban la península antes su romanización. La identidad
celtíbera sería autóctona y nacional, por tanto;
las demás, foráneas, ajenas. Será fácil
ver cómo se pueden confundir nociones de pureza e impureza, ortodoxia
e heterodoxia, con esta conceptualización de la "esencia" española.
También será fácil ver cómo este término
señala una coordenada ideológica y cultural diametralmente
opuesto al que Gonzalo Ansúrez (hermano de Lucila) representa.
En esta página podrás ver la supuesta primitiva cultura celtíbera en su contexto histórico |
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- El niño, insomne y enfermo, sueña con la guerra. ¿Por qué inserta Galdós esto en medio de todo?
- La figura de Gonzalo
Ansúrez (hermano de Lucila, cuñado de Vicente Halconero) que
"se ha hecho moro" va a ser fundamental más adelante. ¿Qué sabemos de él aquí?
- ¿Quién es Jacob Méndez?
- Se sigue viviendo la dramática situación política dentro de la casa de los Ansúrez. La "guerra contra los moros" se enfoca desde distintos puntos de vista, empezando con la conversación entre Vicentito y su madre, Lucila, y terminando con el coloquio entre los mayores, con la llegada de un personaje central: Juanito Santiuste.
- Analiza cómo Galdós amplia la perspectiva juvenil idealizadora frente a la idea de una hazaña bélica heróica:
"Halconero le consolaba con la promesa de traerle una colección de vistas de batallas que, puestas dentro de una caja negra, se miraban por un cristal de aumento, y ello resultaba como si estuviese uno en medio del campo de acción viendo pelear a moros con cristianos. Era la campaña de los franceses en Argel, en láminas iluminadas, que parecían la verdad misma, todo muy propio y con su color natural. Con esto se fue sosegando el chico y resignándose a la quietud." |
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Representación de una batalla
entre soldados de ploma
españoles y marroquíes |
- Antes de llegar Juanito Santiuste, este personaje se presenta en la conversación entre madre (Lucila) e hijo (Vicentito). Santiuste, periodista, se caracteriza como "cantor de historias" y como un "loco."
TOMA NOTA: "Cantar" en este sentido sirve como nexo a la tradición épica clásica y, especialmente, al tema del heroísmo, un tema fundamental en la novela de Galdós. Homero (la Ilíada y la Odisea) y Virgilio (la Eneida) "cantan" en griego (aquel) y en latín (este) las proezas y las hazañas del héroe por antonomásia de la cultura griega, Ulise, y de la latina, Eneas.Virigilio inicia su epopeya (poema épico) con la frase, en latín: "arma virumque cano" ("canto las armas y el hombre..."; "I sing of arms and the man..."). Como lectores de la novela de Galdós, estas y muchas más referencias nos instan a entender el mensaje que el novelista intenta transmitirnos acerca del heroismo, patriotismo, nacionalismo en el momento en que escribió Aita Tettauen: 1905. |
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Protadas de la Ilíada de Homero y la Eneida de Virgilio; representación de la batalla entre Aquiles y Héctor (Ilíada), sobre una cerámica griega antigua |
- Leoncio Ansúrez (hermano
de Lucila) quiere que su mujer, Virginia, vaya a vivir con Lucila Ansúrez
y Vicente Halconero. ¿Por qué?
NOTA CULTURAL / Berberisco,
Berbería (o "Barbary", as in the "Barbary Coast" or the "Pirates
of Barbary): Estos términos derivan
del nombre que los árabes dieron antiguamente a los pueblos que
vivían hacia el oeste, en relación a Arabia, en lo que es
hoy el Magreb (Tunisia, Argelia, Marruecos). El término se relaciona
también con el nombre del pueblo beréber (los beréberes),
indígena al noroeste del continente africano. En su origen, "berbería"
(en árabe) probablemente se utilizó para imitar los sonidos
(el habla) no comprensibles (por los árabes) de esta gente. En este
sentido, se parece a la palabra en castellano "algarabía" (semejante
a "al-árabe"), que significa una gritería confusa e incomprensible.
- Con la llegada de Juanito Santiuste, después de la cena, la discusión política arrecia (cobra fuerza y vigor).
- Analiza la conexión entre periodismo y política, y otros aspectos del perfil de Santiuste, que Galdós plantea en este pasaje:
"Santiuste, después de mil peripecias en su romántica y azarosa vida, había vuelto a las primitivas aficiones literarias. La realidad le hizo ver que no le llamaba Dios por el camino de la herrería mecánica, y que mejor que armas de fuego, construiría poemas, cuentos y artículos de periódico. El mismo Leoncio, que le había tomado grande afecto, le empujó hacia el sendero angosto de las letras, que entonces empalmaba con el ancho camino de la política."
- ¿Qué anticipa Galdós en las siguientes citas"
"[Santiuste], como periodista, solía llevarlas frescas, y cuando no las tenía, las inventaba, llegando a creer en conciencia que eran la verdad pura. . . ."
"Luego [Santiuste] tomó la flauta, y dijo: «¡Qué hermoso espectáculo el de un pueblo que antes de ver realizadas las hazañas y a las da por hechas! Lo que la Historia no ha escrito aún, lo ve la Fe con sus ojos vendados. Creer ciegamente en el fin glorioso de la campaña, equivale a la realidad de ese fin. Ved cómo las madres pobres de las aldeas no se afligen de ver partir a sus hijos para el África. Oíd a los viejos, que, como Horario, pronuncian el terrible ¡que mueran! . . . ¡Espectáculo admirable, sublime, que nos consuela de las vulgaridades y miserias de la política!»"
- ¿Qué sugiere la progresión musical --flauta, cornetín, trompa-- que Galdós incorpora como metáfora?
- ¿Qué consiguió el "político muy ladino" (crafty, sly), Leopoldo O'Donnell?
- ¿Qué significa que el progreso haya tenido un impacto sobre el pensamiento popular de las masas?
- ¿Cómo figuran los
conceptos de "ultraje", "vilipendio" y "honor nacional" en la representación de la psicología colectiva/popular?
- Presta atención también
a las referencias a las figuras asociadas con la España imperial
(Carlos V), la Inquisición (Cisneros) y con la Reconquista de Granada
(la "santa Reina" = Isabel la Católica).
- Comentar: "La epopeya [la poesía épica], que habíamos
relegado al Romancero, vuelve a nosotros . . . y con gallardo atrevimiento
y ambición religiosa y política nos señaló
el Africa como remate y complemento del solar español. . . . Del
Pirineo al Atlas, todo será España" (24).
- ¿Cómo plantea Galdós la idea --nacionalista, imperialista, conservador-- de que la invasión de África en 1859 podía verse como la continuación de la reconquista medieval?
- En su descripción final, Galdós plantea la cuestión de la geografía mientras reflexiona sobre la frontera que divide España y Marruecos, Europa y África, el estrecho de Gibraltar. ¿Qué teoría general acerca de las fronteras podríamos sacar de este pasaje?
"Al volar desde este mundo al Cielo, donde la esperaba el premio de sus virtudes, Isabel ordenó a sus herederos que arrebatasen a la Media Luna el suelo mauritano, español suelo, y formasen el futuro reino de España con los extremos de los dos continentes. El bravo mar que entre ellos corre no los enemista y separa, sino, antes bien los une y acaricia, besando ambas orillas con alternados ósculos, y cambiando entre una y otra signos de paz y amor. Del Pirineo al Atlas, todo será España»."
- Después de la cena, urante la "tertulia" entre familia y amigos, se sigue discutiendo los lazos entre españoles y "moros," con enfoque en la cuestión de modas y la temporalidad de ambas culturas. A la hora de acostar Lucila a su hijo, este expresa su enfado porque su madre intenta amainar la influencia de las pasiones patriotera sobre el joven enfermo. Lucila pasa una mala noche. El capítulo termina en el amanecer del día de los desfiles.
- Busca un paralelo entre las teorías avanzadas durante la tertulia con con las teorías lingüísticas (las lenguas semíticas versus las lenguas indo-europeas, lenguas "orgánicas" e "inorgánicas")
comentadas por Edward Said.
- Gran parte del capítulo
V ocurre de noche, mientras el "insomnio revolvía historias pasadas
y presentes" en la imaginación de quien (Lucila) no conciliaba el
sueño. Sobresale en la pantalla de su imaginación la imagen
del niño ante la guerra, que idealiza (cual si fuese un Quijote
moderno) las hazañas épico-militares: "El ideal guerrero
tan pronto revivía en los ojos del niño doliente [Vicentito]
como en los labios de aquel otro niño grande [Juanito] que jugaba
con el Romancero" (30). Temas importantes: la proyección de la realidad (en este caso, bélica, nacionalista) mediante la imaginación, y la conexión explícita entre dos figuras --Vicentito y Juanito Santiuste-- dotadas de imaginaciones prodigiosas.
- "Entrando noviembre, todo Madrid
repetía en variedad de formas el juego de guerra de los niños
de Halconero" (31): la narración gira aquí, pasando del caso
singular (la familia Halconero Ansúrez) al colectivo (la sociedad
española). La idea, convencional en novelas históricas del siglo XIX, de que la casa y la familia son el microcosmo de la nación, se expone de manera explícita al comienzo de este capítulo: de los juegos de guerra infantiles, dentro de casa, pasamos a las pasiones bélicas de la sociedad española (madrileña), de las miles de personas de todas las clases sociales que no hacen más que teorizar sobre la invasión que se avecina. A continuación Galdós incluye datos históricos, relacionados con las maniobras del gobierno para inventar la guerra y así salir de una crisis política: "Si no inventa O'Donnell la guerra de África, sabe Dios lo que habría pasados. Fue la guerra un colosal sahumerio [aromatic smoke]...." La intensidad de todo esto es demasiado para don Vicente (padre) Halconero, que tiene un patatús a consecuencia de la emoción.
- Se trata de un ejemplo a grande escala de sinécdoque (la parte por el todo: la familia = Madrid = España), tropo que es fundamental en las novelas de Benito Pérez Galdós
y en muchas novelas históricas. Trata de ir comprendiendo las implicaciones
temáticas de esta comparación.
Tropo: (Del lat. «tropus»,
gr. «tropos», vuelta, melodía, de «trepo»,
dar vuelta, guiar; v.: «trepidar, trofeo, trovar; intrépido;
alotropía, geotropismo, heliotropismo, heliotropo, treponema, tropeoleo;
zoótropo».) Figura retórica que consiste en el empleo
de una palabra en sentido figurado.
Sinécdoque: (fem.). Metáfora
que consiste en designar una cosa con el nombre de otra que no es más
que una parte de ella («el pan» para designar los alimentos);
o con el de la materia de que está hecha («oro» para
designar el dinero); o con el de algo que lleva o usa («faldas»
para referirse a las mujeres); etcétera.
- ¿Qué crees que Galdós quiere expresar con esta comparación explícita entre la perspectiva infantil y la adulta? Especialmente en vista de que, según nos explica, la guerra
es un pretexto --un "sahumerio"-- que nada tienen que ver con Africa. El motivo que los político alegaron fue el ataque de "la kabila de Anyera, profanando unas piedras yt destruyendo nuestras garitas en el campo de Ceuta." (Ceuta era y sigue siendo un enclave español en la costa de África; ver el mapa). Pero en realidad, Galdós plantea la envidia que el gobierno sentía hacia Francia y el deseo de imitar el éxito de Napoléon, quien "fabricó el patriotismo" con sus iniciativas imperialistas.
- El infarto de Vicente
Halconero ante la noticia de Juanito Santiuste (que se va a la guerra:
36) marca el comienzo de una yuxtaposición (velorio en casa, patriotismo
en la calle) que resulta tajante al comienzo del capítulo VII: "subían
el ataúd [de Halconero] . . . gran estrépito militar venía
de la calle" (42). Tales estrategias (es decir, esta yuxtaposición)
son literarias obviamente. ¿Qué podría tener en menta
Pérez Galdós a la hora de crearla? ¿Qué quiere
señalar?
- La estrategia literaria de proyectar
la situación colectiva mediante la perspectiva individual culmina
en el capítulo VII. El cuadro de Madrid y las multitudes sirve de
telón de fondo para la nueva aventura de Juanito Santiuste, quien
procede a la estación de Atocha para coger el tren y viajar con
las tropas a Marruecos. Sentimos el fluir imparable de las masas en dirección hacia la estación de Atocha, en dirección hacia el sur, hacia la conquista. Parece como si la nación entera ha cogido el tren de la histeria.
- En la literatura de finales del siglo XIX, el tren se apropia mucho como símbolo importante del progreso industrial. Curiosa la comparación entre este tren y el caballo de madera, Clavileño, que aparece en Don Quijote (véase abajo).
SEGUNDA PARTE: África.--De Ceuta al Valle de Tetuán: Noviembre y diciembre de 1859 - Enero de 1860
CAPÍTULO I
Resumen: Juan (Juanito) Santiuste, cronista la guerra, acompaña a las tropas, bajo el mando de Leopoldo O'Donnell, desde Madrid hasta Cádiz y de Cádiz a Ceuta (en barco). Desde Ceuta inician las tropas su invasión del territorio marroquí. Las primeras impresiones de Santiuste de tierras marroquíes y de la primera escaramuza (batalla) entre tropas españolas y marroquíes ("moros"). El objetivo de la invasión es llegar a Tetuán (ver mapa).
- Clavileño es el nombre de
un caballo de madera que aparece en el capítulo XLI de Don Quijote
de la Mancha. Como sabemos, con Don Quijote Cervantes construye una parodia de la caballería andante (knight errancy), del heroísmo correspondiente y de los libros medievales ("libros de caballería") que lo representan. Dentro de los esquemas paródicos de la novela de Cervantes, Clavileño --lo mismo que "Rocinante" (el caballo de don Quijote) sería la proyección burlesca de los caballos que los héroes de antaño, los cuales ascenían al heroismo idealizado gracias a su proeza y su nombre. El caballo del Cid, por ejemplo, se llama Babieca. Al adoptar el nombre "Clavileño," ¿adopta Galdós también el espíritu irónico-burlesco de Cervantes hacia nociones quizá desfasadas (antiguas) del heroismo?
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Representaciones de Clavileño a través de los siglos |
- En su llegada a Marruecos, Santiuste
sirve como pretexto para trasmitir una perspectiva global de las primeras
batallas de la guerra. Presta atención a la importancia que Galdós concede a las "facultades mentales" de Santiuste, a sus sentidos, su acto de "ver" y de "oir." Santiuste experimenta una fuerte desorientación inicial, debido a trastornos por el viaje en barco y a las fuertes diferencias culturales que experimenta. Esta desorientación, ¿como le afecta en su papel de cronista o testigo?
- La figura del testigo o cronista es una entre muchísimas maneras en que Galdós problematiza la cuestión de la representación como tal (representation in and of itself). Santiuste es muy consciente de su cometido, de "referir puntual y rectamente cuanto viese," y lo hace por ejemplo en cartas que escribe a su amiguito, Vicentito Halconero, nutriendo así la imaginación infantil y las fantasías de heroismos del niño. ¿Qué añade a este tema el siguiente pasaje:
"Medio repuesto y a del gran quebranto del viaje, salió Juan a pasear por el campamento, y no fue poco su asombro al ver que, recorriendo un gran espacio de terreno, no dejaba de ver tropas y más tropas. Queriendo llegar al fin de aquel humano enjambre, siguió laderas abajo y laderas arriba hasta dar en un cerro que llamaban del Renegado. . . . Aún conservaba el sentimiento de su deber, no turbado por el cansancio; aún hervía en su mente la ilusión de grandezas épicas, anunciadas por la voz inequívoca de los corazones, así como por la profética voz de los vates políticos y literarios."
- En el siguiente pasaje, compara la manera en que Galdós
describe a batalla con la representación de la guerra en cuadros del pintor catalán, Mariano Fortuny, enviado también a Marrueca, en realidad, como Santiuste en ficción, como cronista de la guerra:
"Vomitó Sierra Bullones gran morisma . . . daba el cuerpo los berberiscos con espantosa gritería . .
. Santiuste y el joven Clavería, que también era un poco literato y enjaretaba versos como todo buen español de veinte años, pusieron toda su atención en el espectáculo que delante tenían. Vueltos de cara al Oeste, por donde se columbraba la angostura llamada boquete de Anyera (a mountain gap near Ceuta), vieron que los moros salían por aquella parte como nube de moscas. Admiraba el cronista su agilidad de saltamontes; las burdas chilabas, del color de la tierra, les confundían con esta; se les veía perderse entre matorrales y salir de ellos saltando, con rápida flexión de sus zancas obscuras."
Mariano Fortuny
A la derecha: "La carrera de pólvora" (1863)
Abajo, de izquierda a derecha: "La batalla de Tetuán" (1863) y "La batalla de Wad-Rass" (1866) |
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Otros cuadros que pueden
relacionarse son: Gonzalo Bilbao Martínez (1860-1938), "Tetuán
/ Corriendo la pólvora"; Francisco Lameyer Berenguer (1825-1877), "Combate
de moros"; Eduardo Rosales Gallina (1836-1873), "La
batalla de Tetuán".
CAPÍTULO II
Resumen: Las primeras bajas (heridas y muertes) hacen un gran efecto en el alma de Santiuste. En su conversación con Santiuste, el cérigo castrense (el sacerdote militar) expresa ideas poco ortodoxas acerca de la religión y la guerra. Después de una segunda batalla, Santiuste, a pesar de sus primeros titubeos (dudas), envía a Vicentito su informe sobre la "hermosa y teatral acción" de las tropas españolas.
- ¿Por qué podríamos ver en el siguiente pasaje una denuncia feroz de la guerra?
"Los heridos que en las tiendas de sanidad veían eran cientos, y a él le parecieron miles. Los muertos que vio recoger y conducir a las sepulturas, formaban en su mente fúnebre legión. Iba el capellán castrense de un lado para otro echando responsos con militar presteza, y a su paso desaparecían bajo la tierra tantos y tantos jóvenes que horas antes fueron vigorosos, sentían intensamente la alegría de vivir, y se juzgaban mantenedores del honor de su patria. Por esta caían en el hoyo, como los musulmanes perecían también por el honor de la suya juntándose debajo de la tierra los dos honores, que en la descomposición de la carne quedarían reducidos a un honor solo. El noble corazón del orador y poeta sintió la misma lástima ante los muertos berberiscos que ante los cristianos. Estos eran enterrados con mayor respeto; los otros por simple ley de sanidad, para que no corrompieran el aire. Vio en los moros caras muertas de pavorosa hermosura."
- "En sucesivas conversaciones...": Nota la crítica implícita
de la noción de la guerra divinal, donde Galdós denuncia las fronteras religiosas entre la Cristiandad y el Islam levantadas
en torno a la imagen del "apóstol Santiago . . . general de españoles
y matador de moros" (56). El capítulo II termina con la imagen de
Santiago apóstol otra vez (en la carta de Santiuste a Vicentito), un modelo de heroísmo preestablecido que resulta útil
para Galdós.
CAPÍTULO III
Resumen: Más batallas, más bajas, la añoranza de las tropas españolas en época de Noche Buena y Navidad. Santiuste sigue viendo el lado grotesco de la guerra, mientras se encuentra con dos amigos: Leoncia Ansúrez, personaje de ficción (hermano de Lucila, tío de Vicentito) y Pedro Antonio de Alarcón, escritor español de la época.
- La descripción de los heridos de guerra en el hospital sigue en el mismo tono que descripciones en los capítulos anteriores. Para todo esto, Santiuste sigue siendo nuestro ojo errante.
- Al final del capítulo III,
Santiuste se encuentra con Pedro Antonio de Alarcón (1833-1891),
un importante escritor granadino del siglo XIX, autor de "El Sombrero de
tres picos" (que inspiró un importante ballet de Manuel de Falla)
y que publicó también su Diario de un testigo de la guerra
de Africa. Según un crítico, "[la guerra de Africa] parecía
a Galdós, no sin razón, una pequeña aventura guerrera,
una imitación del cesarismo francés . . . que despierta en
Alarcón su «nacionalismo épico»". Sigue la dialéctica
que se desarrolla aquí (capítulo IV) entre la actitud de
Alarcón y la de Juan Santiuste.
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Arriba:
Foto de Pedro Antonio de Alarcón;
portada de su Diario de un testigo de la Guerra de África;
A la derecha: conmemoración filatélica (de la época) de la Guerra de Africa |
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CAPÍTULO IV
Resumen: Diálogo imaginario e imaginativo en el que Pedro Antonio de Alarcón y Juan Santiuste (¿< 'santo' y 'justo'?) debaten sus ideas acerca de la guerra y la religión. Este diálogo se desenvuelve en la tienda (tent) de Alarcón, con sus "refinamientos epicúreos."
- El papel de Juan Santiuste sirve
para plantear el papel del arte y de la literatura --de los artistas, de los
intelectuales-- ante los hechos históricos. Trata de formular ideas
al respecto. Ten en cuenta la siguiente declaración: "en el fondo
todo de esto no hay más que un plan político: dar sonoridad,
empaque y fuerza al partido de O’Donnell" (69).
- En el diálogo entre Juanito Santiuste y Pedro Antonio de Alarcón, analiza las diferencias ideológicas que separan a estas dos figuras. ¿En qué se basan estas diferencias? ¿Qué ideas los separan? Considera:
- (Alarcón) "en esa Berbería bautizada que llamamos España"
- (Santiuste) "Pues sí, en mi espíritu se han marchitado todas aquellas flores que fueron mi encanto…"
- (Alarcón) "Pero los hombres, por ley natural, se han congregado en familias; las familias en pueblos; los pueblos en naciones, y estas tienen sus territorios, sus intereses… Surge la lucha por los dones de la Naturaleza, la lucha por los caminos de la tierra o del mar, ¿y cómo se han de ver y sentenciar estos pleitos, señor Don Pacífico? ¿Por asambleas de filósofos?…"
- (Santiuste) "Mi piedad borra las nacionalidades y el abolengo, que no son más que artificios. Igual lástima he sentido de los españoles que de los africanos..."
- (Alarcón) "pero luego salen los hechos, la historia, el concepto de patria y de nación, y aquel principio vuelve a meterse para dentro y se agazapa en el fondo del alma, donde vivirá, esperando que pasen los veinticuatro siglos… Te confieso ingenuamente que ante los cadáveres moros veo la Humanidad; pero ante los moros vivos, que brincando y aullando vienen contra nosotros, veo las naciones, veo las razas, el Cristianismo y Mahoma frente a frente…"
- Galdós no deja de tocar el tema del lenguaje y, por extensión, la cuestión de la representación: "¿No es verdad, amigo mío, que muchas palabras de constante uso no son más que falsificaciones de las ideas? El lenguaje es el gran encubridor de las corruptelas del sentido moral, que desvían a la humanidad de sus verdaderos fines…"
- El anticlericalismo de Galdós, en general, y su rechazo absoluto de la doctrina del celibato en particular son actitudes suyas conocidísmas entre sus lectores. ¿Cómo nos ayuda este dato a interpretar este capítulo?
- Figuras políticas que aparecen nombradas en esta sección:
- Leopoldo O'Donnell, Presidente del Gobierno quien declaró la guerra contra Marruecos el 22 de octubre de 1859
- Emilio Castelar, político republicano que apoyó la guerra "'en defensa del progreso y la civilización,' destinos confiados por la Providencia a la 'gran nación' española hasta entonces 'postrada y vencida'". Esta postura, de la izquierda, contrastaba con el apoyo de la derecha sobre bases religiosas. (Ver: Francisco Javier Paredes Alonso, Historia contemporánea de España: Siglo XX, pág. 246)
CAPÍTULO V
Resumen: Terminada la conversación con Alarcón, Santiuste se duerme. Es Nochevieja, 1859. Al día siguiente presente un combate tremendo entre los húsares y los "moros," cuerpo a cuerpo.
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Imagen
de un húsar:
soldado de caballería ligera que
iba vestido a la húngara (Siglo XIX).
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- Se combinan dos temas, la lengua y el heroismo (la epopeya), en este comentario de Santiuste a Alarcón: "el impío
desprecio con que se mira a los pobres moros. Nuestra lengua es una hoja
bien afilada para cortar cabezas mahometanas un instrumento sonoro y retumbante para dar al viento las fatuidades y jactancias históricas… Pero tú has descubierto y has empleado antes que ningún escritor el arte de suavizar ese instrumento, tocándolo con gracia inaudita. Tú sabes quitar a los sonidos épicos su vana hinchazón, dándoles una elegancia incomparable, haciéndolos simpáticos a nuestros oídos y acomodándolos a los nuevos modos de lenguaje…"
- Pedro Antonio de Alarcón se jactaba de "moro" por ser de Granada y así proselitaba que los españoles y marroquíes son, en el fondo, una sola raza. Analiza la manera en que Galdós capta este tema en su descripción de Alarcón, proyectada mediante la perspectiva de Santiuste:
"Perico Alarcón era un perfecto agareno (musulmán). Viéndole de perfil, la vivaz mirada fija en el papel, ligeramente fruncido el ceño, apretando uno contra otro los labios, Santiuste llegó a sentir la impresión de tener delante a un vecino del Atlas (Marruecos). «Si no estuviera yo despierto —pensaba parpadeando—, creería que uno de esos caballeros de zancas ágiles, de airosa estampa y de rostro curtido, se había metido en esta tienda para escribir en ella la relación épica de los combates, trabucando irónicamente el patriotismo… Así le sale historia de España lo que debiera ser historia marroquí… Perico, moro de Guadix (= ciudad de la provincia de Granada), eres un español al revés o un mahometano con bautismo… Escribes a lo castellano, y piensas y sientes a lo musulmán… Musulmán eres… El cristiano soy yo» ."
- La Casa del Morabito: un lugar mencionado como escenario de batalla entre las tropas españolas y los marroquíes. Un "morabito" es una especie de ermitaño (hermit) religioso, dedicado a la vida retirada y a la oración.
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Morabitos en diferentes zonas de Marruecos |
CAPÍTULO VI
Resumen: Una batalla cruenta, el 1º de enero de
1860, en la que se destacan la brutalidad contra los marroquíes y el tema del delirio
(la demencia) de la guerra. Leoncio Ansúrez y Juanito Santiuste se separan. Santiuste encuentra a su amigo al final, herido.
- Compara esta descripción de las tropas marroquíes con otras que hemos visto antes, y con los cuadros de Fortuny:
"Por todas las que rodean el valle de los Castillejos aparecían moros formando nube: sus voces desconcertadas, que en nuestra lengua conservan el nombre de al-garabía, eran de lejos como el zumbido de infinitas abejas abandonando infinitos colmenares… Todo el Ejército vio con mudo estupor el tempestuoso nublado." (Buscar la palabra algarabía en el diccionario.)
- Trata de evaluar la manera en que
Galdós describe este encuentro militar. ¿Es que pueden identificarse
señales de cierto pacifismo en la retórica de Galdós? analiza, por ejemplo:
"En bandadas huyeron. Las posiciones quedaron rescatadas; el suelo limpio de moros vivos, no de muertos, pues tantos eran que daba horror ver el campo. No pocos españoles yacían entre los despojos de tan horrible matanza. Las dos patrias, las dos religiones, semejantes, en aquel empeño de honor, a las antiguas divinidades iracundas que no se aplacaban sino con holocaustos de sangre, ya podían estar satisfechas. Y los muertos, el sin fin de hombres sacrificados en el ara sacrosanta, ¿qué pensarían de aquel furor con que los degollaban como carneros para que desarrugase el ceño la diosa implacable?… ¿Será verdad que la diosa, cuando bebe mucha sangre, se pone muy contenta, y en su seno acoge con amor a las innumerables víctimas de la guerra? Así por lo menos se dice en todas las odas que consagran los poetas a cantar batallas…"
¿Qué conexión podría hacerse aquí entre
este motivo y las multitudes madrileñas, descritas al comienzo de
la novela, cuando Juan Santiuste se dirigía hacia la estación
de tren?
CAPÍTULO VII
Resumen: Santiuste sustituye a un camillero
(stretcher-bearer; 'camilla' = stretcher) y descubre que el herido que transporta es Leoncio Ansúrez.Santiuste comparte con su amigo sus emociones ante la tragedia de la guerra (muertes, heridos) y ante la valentía militar (el
general Prim). Leoncio cree haber visto a "su hermano moro," Gonzalo
Ansúrez, morir en la batalla recién librada. Sin embargo, la manera en que se relata este episodio sugiere que las impresiones de Leoncio pueden ser inseguras. No menos inseguras son las impresiones de Juan, que cree haberlo visto a Gonzalo sin haberlo conocido nunca. Se afianza en el parecido de Gonzalo con su hermana Lucila (madre del niño, Vicentito, en Madrid). Tanto Leoncio como Juan fundan su interpretación de los hechos sobre datos poco fiables.
- En el primer capítulo (primera parte), Lucila Ansúrez describe a Juan Santiuste como un "loco." Luego, después de su travesía en barco desde Cádiz a Ceuta, Juan acaba profundamente desorientado, por los efectos del viaje sobre el mar, por la extrañeza de todo lo que encuentra en África. Aquí, el aguardiente de caña, "precioso licor" o "droga de maravillosos resultados" que Leoncio pide para combatir los efectos de su herida parece surtir efectos psicológicos sobre los compañeros reunidos en el hospital militar: "trastornadas mi vista y mi cabeza" dice Leoncio. ¿Podríamos clasificar estos momentos en la novela temáticamente?
- ¿Podríamos imaginar que los destrozos humanos podrían tener el mismo efecto sobre las facultades cognitivas o perceptuales que la droga o el acohol?
CAPÍTULO VIII
Resumen: La fiebre de Santiuste aumenta hasta el delirio en medio de un violento temporal. Los desgarros psicológicos del cronista le conducen a una profunda conversión: "El radical cambiazo en los sentimientos y en las
ideas de Santiuste, llevándole del nacionalismo épico a las
amplias miras humanas…."
- Compara cómo es representada la figura del general Juan Prim, en la imaginación delirante de Santiuste, con estas representaciones de la figura militar en cuadros del período:
"Flotaba el desdichado poeta y orador en regiones aéreas, donde veía las cosas humanas en distinta forma y sentido del que abajo tienen. La gallardísima temeridad del General Prim, el día de los Castillejos, que más de una vez se había reproducido en el cerebro de Juan, inflamado por la fiebre, reapareció aquella tarde con mayor fijeza y colorido más real. El soñador se reconocía moro, sin recuerdo ninguno de haber sido español, y entre los moros combatía… Ya tenían los muslimes acorralados a los castellanos; y a les llevaban por delante, haciéndoles retroceder más allá de sus primeras posiciones, cuando de improviso vieron que se les iba encima, como descolgándose de los aires, la figura de Prim a caballo, blandiendo en una mano la espada fulgurante, en otra la bandera de Castilla… Y no era la figura del tamaño común de los hombres y de los corceles, sino veinte veces mayor: cada casco del caballo, al caer sobre los moros, aplastaba un gran número de ellos. El mismo efecto de magnitud olímpica hacía Prim entre los españoles, que, viéndose conducidos por caudillo sobrenatural, se creyeron de la misma talla, y de vencidos se convirtieron al instante en vencedores…"
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El General Juan Prim en la batalla de Castillejos |
El General Juan Prim en la batalla de Tetuán |
- Galdós establece un paralelo entre el mito del Apóstol Santiago, tal y como lo ve el pueblo español, y la glorificación de Prim, en la imaginería del período (y en la imaginación delirante de Santiuste). Es interesante notar el contexto de esta imagen: el sueño (la "modorra febril") de Juan Santiuste, quien, hambriento y febril, se adormece.
"En este punto, el soñador no era moro ni cristiano, sino un vulgar espíritu crítico, que diputó el engrandecimiento de la figura del Conde de Reus como un efecto subjetivo en la retina y en el alma de los combatientes embriagados por la lucha, y esta idea le llevó prontamente a ver claro que la aparición del Apóstol Santiago en Clavijo fue un caso semejante. Sin duda, en el Ejército del Rey de León hubo un Prim, que en un momento propicio a las alucinaciones, produjo en todos, moros y cristianos, la ilusión perfecta de lo sobrenatural, terror para unos, enardecimiento para los otros… El furor del combate ciega y enloquece a los hombres… Los hombres que creen firmemente en los milagros, los hacen…"
Consulta esta página para conocer el mito de Santiago, el santo patrón de España, en sus tres proyecciones: Apóstol, Peregrino y Matamoros.
CAPÍTULO IX
Resumen: El ejército español, bajo el mando del general Leopoldo O'Donnell, es incapaz de avanzar hacia Tetuán, por el tremendo temporal que hay. Aislado y vulnerable, está falto de víveres y provisiones... hasta que se levanta la tormena y llega un barco, el Duero, con abastecimientos. No se entiende porqué Muley El Abbás, el jefe de los soldados rifeños, no aprovecha la difícil y frágil situación de los españoles.
- Es la primera Muley el Abbás, comandante de las tropas rifeñas (marroquíes; ver: el Rif). Conviene pensar en cómo se suele representar al "enemigo" en crónicas de guerra: Ho Chi Min, durante la guerra de Vietnam, por ejemplo, Sadam Hussein en la guerra de Iraq... y ¿qué podemos aprender de estos y otros ejemplos?
- Galdós aprovecha su representación
del consejo de guerra de los generales para abrir una ventana sobre la
mentalidad militar. Su perspectiva sobre "la morisma": el delirio de los
musulmanes, que se remonta al mismismo profeta, "que se volvió tonto,
quizás por bebedizos" (97).
- Este capítulo tiene un fuerte sabor a crónica militar de guerra.
CAPÍTULO X
Resumen: En medio de tantos destrozo, estragos y sufrimiento, Juan decide no continuar con el ejército. Su amigo Alarcón recomienda que Juan vuelva a España, pero le desconcierta la idea de "volver a España desilusionado y en tristísimo desacuerdo con las ideas dominantes en toda la Península." También le remuerde la conciencia por defraudar las ilusiones que Lucila y Vicentito han despositado en él, cronista del heroísmo patrio y militar. Mientras tanto, se produce una victoria militar española importante: la toma del Cabo Negro, que franqueará el paso del ejército hacia el valle de Tetuán.
- Analiza esta nueva ventana sobre la conciencia pacifista de Juan Santiuste:
"El extenuado poeta Santiuste, que con lágrimas en los ojos les vio de lejos en tan heroico compromiso, se decía para su manta: «Odio la guerra, y admiro a los que sin esperar ningún beneficio de ella, inocentes piezas del ajedrez militar y político, se lanzan a empeños heroicos por un fin que sólo a los jugadores interesa. Cada día veo con más dolor de mi alma estos horrores inhumanos; pero también digo, despojándome hasta del último plumacho de la fanfarronería que fue mi encanto antes de venir aquí; también digo que no hay en el mundo soldados que hagan esto… batirse mojados y muertos de hambre por un ideal colectivo, la gloria, de que sólo les corresponderá parte inapreciable. O son ellos la misma inocencia, o llevan dentro un poder anímico de extraordinaria intensidad. Si el poder anímico produce estos actos en la guerra, ¿qué actos produciría en la paz? Falta saberlo; falta verlo. Pero no lo veremos, porque no hay caudillos que arrastren a los soldados a las hazañas pacíficas… No sé en qué consiste que el patriotismo es casi siempre un sentimiento guerrero; no concebimos la patria sino incrustada en la idea de conquista; no pronunciamos su nombre sin que en el aire repercuta con son de trompetas y tambores»."
- Analizar:
"Los actos heroicos resultaban los mismos en todas las narraciones, y fatigaban al oyente, que ya conocía de antemano la furibunda carga de caballería, o la oportuna intervención de los cañones, vomitando muertes. Lo importante era que habíamos triunfado; que el campo quedó sembrado de cadáveres de enemigos, cosa muy bonita, que siempre relatan con hinchada satisfacción los narradores de batallas, diciendo a menudo con injuriosa y sacrílega frase que mordieron el polvo."
¿Es que Santiuste tiene conciencia de la “textualidad” del heroismo? ¿Qué relación se plantea aquí entre prácticas literarias y conciencia patriótica (heroica)?
- Curiosa la yuxtaposición de este párrafo y el siguiente (“Con todo su cariño y amenidad no lograba don Toro Godo aliviar las melancolías de Santiuste, ni curarle del terror que le infundía los cadáveres, así de cristianos como de agarenos” (103). ¿Cómo se desarrolla el conflicto que Santiuste siente en torno al tema de la patria en sus sueños siguientes, con Lucila y Vicentito Halconero (104)?
- ¿Cómo interpretar las visiones que Santiuste tiene de Lucila (¿y Vicentito?) al final del capítulo?
CAPÍTULO XI
Resumen: Juan Santiuste y el clérigo castrense, don Toro Godo (notar el nombre), se pasean por la tarde, discutiendo sobre el tema del celibato (eclesiástico
y militar). Su paseo termina con una vista panorámica sobre el valle
de Tetuán.
- Toma nota de las posiciones contrastantes, entre don Toro Godo y Juan Santiuste, acerca del tema de la mujer en el combate. ¿Cómo interpretar, en particular, el siguiente comentario de Santiuste?: "Cegada la fuente del amor humano, ¿cómo hemos de apreciar y comprender el divino? Si nos sacáis los ojos, ¿cómo hemos de distinguir los colores? Cerradnos el oído, y no sabremos gozar de ninguna clase de música."
- Don Toro Godo recoge los "despojos" de guerra de los marroquíes para llevar de recuerdo a Madrid, como "baratijas exóticas."
- Otro ejemplo de la perspectiva panorámica,
que Galdós insiste en relacionar con Juan Santiuste:
"El mayor encanto del largo paseo de aquella tarde fue la repentina emergencia de un inmenso y luminoso panorama, que les saltó a los ojos al revolver de una loma pedregosa, como a media legua del campamento. Era el valle de Tetuán, ancho y risueño, término de la fatigosa marcha costera, y principio de una etapa militar más brillante y gloriosa. Lanzó Santiuste de su pecho exclamaciones de júbilo, y quedó absorto, saciando bien los ojos antes que la admiración descendiese a la palabra"
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Vistas panorámicas del valle de Tetuán, ayer y hoy |
- Analizar la correspondencia entre la hora crepúscular (del paseo de Santiuste) y la naturaleza crepuscular de sus propias reflexiones sobre el tema del patriotismo:
“Empezó a lloviznar: el hermoso paisaje que atrás dejaban don Toro y Juan se empañaba, se desleía en una atmósfera lechosa y tenue. Así, el alma desconsolada de
Santiuste veía en sí misma el deslucimiento de las glorias
guerreras, como colores que se desleían y rayos de sol que se mojan.”
Estos sentimientos “crepusculares” de Santiuste, ¿podrían
tener algún simbolismo político para Galdós? ¿Podríamos
relacionarlos con alguna actitud implícita hacia los códigos
militares, el patriotismo, el heroísmo, la caballerosidad?
CAPÍTULO XII
Resumen: El 15 de enero llegan más provisiones y tropas. La victoria del ejército español está casi consumado. Los soldados comentan la llegada de mujeres en
el vapor Barcelona, además de comida. Pedro Alarcón
confía un fardo para que Juan Santiuste lo lleve a una persona en
Madrid. Juan Santiuste sueña otra vez con Lucila, que llora…
¿por la muerte de "la épica militar"?
- El retrato de cierto tipo de masculinidad militar (o machismo) contrastará cada vez más con la sensibilidad de Santiuste, sobre todo más adelante en la novela. Aquí, esa sensibilidad puede delucidarse en sus visiones (sueños) de Lucila Ansúrez. Analiza los sentimientos de Santiuste, y su compleja relación con los Ansúrez (Lucila y Vicentito) en el siguiente pasaje:
"
Lo que entonces dijo Lucila [en su sueño] fue para Santiuste como si un rayo cayera sobre su cabeza... Del estremecimiento despertó, quedándose un mediano rato entre la realidad y el sueño. Despierto y alucinado aún, decía: «Yo no le he matado, Luci... se ha venido abajo el castillo de la epopeya, y si al caer todo ese matalotaje quedó Vicentito enterrado entre los escombros, no es culpa mía, Lucia... Yo no derribé el castillo vetusto... se cayó él solo... porque quiso caerse...»”
CAPÍTULO XIII
Resumen: De madrugada, Juan Santiuste se levanta, sale de su tienda y camino como si hacia la Aduana. Al pasar el río Alcántara, se disfraza de marroquí (con una chilabva y babuchas), finge ser mudo y se dirige hacia la ciudad de Tetuán. Por el camino
encuentra a unas mujeres viejas marroquíes con unos niños que le
pedrean. A continuación, encuentraa un pequeño grupo de judíos sefardíes, que le cuidan de su herida y le llevan a Tetuán para entrar por una de las puertas seguras.
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Vemos aquí ejemplos de la indumentaria tradicional marroquí, la chilaba y las babuchas (el calzado) que Juan Santiuste se pone para disfrazarse de "moro" y así cruzar la frontera. A la derecha, una de las puertas (bab, en árabe) que conduce al casco antiguo (la medina) de la ciudad de Tetuán. |
- En el capítulo 2 ("Estructuras y reestructuras..."), Edward Said trata el tema de diferentes escritores europeos que viajaron al Oriente disfrazados de orientales para así asimilarse mejor a la vida de sus paises de acogida. Reproduzco aquí, de nuevo, imagenes de Edward William Lane (a la izquierda) y Richard Burton (centro y derecha) con vistiendo indumentaria tradicional árabe.
El momento en que Santiuste "engila sobre la camisa la chilaba parda" para luego "arrojar al río" su ropa parece tener un gran simbolismo en esta novela.
- ¿Podríamos pensar que Galdós tiene en mente otros modelos anteriores, modelos parecidos a Lane y Burton? ¿Qué añade a nuestra interpretación la insistencia en las facciones de Santiuste: "Podría engañar su figura, que con la corta barba que se había dejado crecer podría pasar por rostro agareno."
- ¿Podríamos encontrar alguna conexión en la noción de "frontera" que se intuye vagamente en este episodio y el tratamiento del mismo tema al final del capítulo III en la primera parte:
"Al volar desde este mundo al Cielo, donde la esperaba el premio de sus virtudes, Isabel ordenó a sus herederos que arrebatasen a la Media Luna el suelo mauritano, español suelo, y formasen el futuro reino de España con los extremos de los dos continentes. El bravo mar que entre ellos corre no los enemista y separa, sino, antes bien los une y acaricia, besando ambas orillas con alternados ósculos (besos), y cambiando entre una y otra signos de paz y amor. Del Pirineo al Atlas, todo será España»."
- ¿Qué hay de particular, de notable, en el habla de las mujeres sefardíes?
- Comentar: el punto culminante de la 2ª parte
de la novela = la entrada de Juan Santiuste, el pacifista, en la “poética
Tettauen” (=Tetuán), nombre que significa “Ojo de manantiales”.
- Tres moras, tres judías: ¿numerología? ¿simbolismo? ¿mito? ¿arquetipo?. Consider el famoso el romance medieval “Las morillas de Jaén” (cantada aquí por Françoise Atlán): http://agonzalez.web.wesleyan.edu/span254/canciones_atlan.htm
TERCERA PARTE: Tettauen, mes de rayab de 1276
CAPÍTULO I
Resumen: El subtítulo de este apartado
señala un cambio repentino en la narración que poco a poco
iremos comprendiendo. (Sólo se comprenderá totalmente
al final de la novela.) Se trata, en teoría, de la crónica
de la guerra escrita por el Nasiry (nombre completo: el Hacha Mohammed
ben Sur el Nasiry), renegado español (o muladí) y hermano
de Lucila Ansúrez (nombre original: Gonzalo Ansúrez) mencionado
al comienzo de la novela. Como dice al comienzo del capítulo, lo escribe "para recreo del Cherif Sidi El Hach Mohammed Ben Jaher El Zebdy," el supuesto benefactor del Nasiry que vive en Fez. (Consultar mapa para visualizar la relación entre Tetuán y Fez.) El relato se adapta ahora al formato epistolar,
pues los capítulos se estructuran como si fueran las cartas escritas
por el Nasiry a un benefactor suyo que vive en Fez y que quiere enterarse
de lo que ocurre en el frente.
- Lo más llamativo de esta tercera parte de la novela tiene que ver con la apariencia retórica del texto, disfrazado (como su apócrifo autor) de crónica árabe de guerra. En este sentido, se contrapone, estilísticamente, a la crónica cristiana que hemos leído en los capítulos anteriores.
- La referencia al año (calendario musulmán) es uno entre varios rasgos utilizados por el "autor" (El Nasiry) de este parte (informe) de guerra. ¿Cuáles son otros?
- ¿Te parecen fidedignos, como expresión de una lealtad sincera a la causa del ejército de Muley El-Abbás?
NOTA CULTURAL: 1276 del calendario musulmán
corresponde (obviamente) a 1860 de la era cristiana. Sobre la hégira (el comienzo de la era islámica y el calendario musulmán),
consulta la Enciclopedia
Britannica online
VOCABULARIO: Muladí = (Del ár.
«muwalladín», pl. de «muwállad»,
participio de «wálad», adoptar. Adj. y n.); se aplica
a los cristianos que, durante la Reconquista, se hacían musulmanes
y vivían entre los moros
- Algunos ejemplos de interés:
"Nadie sabía la razón de aquel cañoneo; yo, que por mis aficiones al estudio entiendo un poquito de la historia de nuestros enemigos..."
"Cierto que no habíamos tomado el fuerte de la Estrella; mas los cristianos no habían avanzado una pulgada en sus posiciones..."
- A partir de este momento el autor irá
incluyendo varios elementos costumbristas, quizá con intenciones
didácticas o simplemente para crear un ambiente al parecer auténticamente
oriental: por ejemplo, (1) comenzar el relato alabando a Dios (Allah) o
(2) las referencias a la música árabe (“los dulcísimos
acordes de las chirimías, pitos y tambores”, 124).
- Nota la relación que se establece entre
la religiosidad y el espíritu guerrero en diferentes momentos del
relato. Ejemplo: “no sólo practica la oración mañana
y tarde a las horas que marca la ley . . . alternando en la matanza y en
el rezo” (120). La referencia a “los infieles” en “ridículos
preparativos” sirve, se supone, para proyectar una perspectiva, como si
dijéramos, desde allá hacia acá." ¿Qué opinas de esto?
- Compara esta descripción de los jinetes marroquíes, ofrecida por el Nasiry, con el cuadro de Fortuny, "La carrera de pólvora" y con otros pasajes señalados en la Segunda Parte, capítulos I y VI:
“¡Qué hermosa carrera la de tantos hombres a caballo, enardecidos y locos de ira contra la usurpación! Caballo y jinete parecían en cada de una sólo de una sola pieza, y en ésta un corazón ardiente irradiaba el fuego de la pasión guerrera. Nunca vi caballería más fiera y gallarda. ¡Loor ... ! La paz sea con el que sigue el buen camino.”
Notar: "correr la pólvora" = Ejecutar varias maniobras corriendo a escape a caballo y disparando las armas, ejercicio muy usado por los moros como diversión o festejo. (Diccionario de la Real Academia Española) |
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CAPÍTULO II
Resumen: El Nasiry inicia este capítulo refiriendo su diálogo con el "noble y sabio príncipe," Muley al-Abbás, en su tienda militar. Este le implora al Nasiry que vaya a Tetuán ("Ojos de Manantiales") para analizar los efectos de la guerra: el supuesto "pillaje y saqueo" de los guerrilleros rifeños; los esfuerzos "traicioneros" de la comunidad judía, sefardíes todos (descendientes de los judíos expulsados de España en 1492), que según parece buscan el amparo de las tropas españolas. En
el Mellah (el barrio judío), el Nasiry habla con Yakub Mendes, un comerciante judío, acerca de la amenaza del
saqueo y pillaje de las tropas españolas, y luego con su amigo Simuel Riomesta, incitándoles (según cuenta) para que no traicionen a Marruecos. La viuda Mazaltob ("Afortunada") le cuenta su experiencia con el "mancebo ferido" (joven herido): obviamente es el episodio de la herida de Juan Santiuste, contado al final de la Segunda Parte de esta novela a través de otra voz narrativa, la del narrador omnisciente, y desde un punto de vista diferente (el de Santiuste). Mazaltob le acompaña a Nasiry adonde Juan, "disfrazado" todavía, está convaleciendo.
Tetuán en imágenes: la Puerta de Dios (Bab-el-lah), entrada al Mellah, la judería (barrio
judío), ayer y hoy |
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- Presentación de la judía Mazaltob (Afortunada), famosa hechicera, que ejercerá un papel importante
en la historia. Su caracterización corresponde en términos génerales
a la de la mítica Celestina, protagonista de una de las obras maestras
de la literatura española (Fernando de Rojas, La Celestina, 1499). La Celestina es la mítica hechicera que utilizó sus poderes
de la nigromancia y la magia para facilitar relaciones sexuales.
De Rojas fue un judío converso que vivió en Toledo en la
época de la Inquisición.
- Motivo: O´Donnell (el famoso militar español
de origen irlandés) y el antisemitismo europeo (128)
- Pasajes, motivos y temas que conviene notar:
- La representación de los judios: Yakub Mendes, “traficantes en piedras preciosas” (128); Tamo y Noche, “dos hebreas muy guapas” que viven con su padre un un “tugurio” (129); Mazaltob, “traficante en bálsamos,” “hechicera o mágica” que “ en su juventud fue . . . más cautivante por sus decires agudos que por su hermosura” (129).
- La descripción de la casa donde vive Mazaltob y donde el Nasiry encuentra a Juan, durmiendo: "Cogiéndome del albornoz me metió adentro por obscuro pasadizo hasta una estancia humilde, y oliente a comida pasada, donde paredes y mueblaje parecían trasudar materia grasienta."
- Los “rifeños” y su violencia perpetrada contra el Mellah (129).
NOTA HISTÓRICA / CULTURAL: El Rif es el nombre del norte montañoso de Marruecos. La guerra en cuestión, que estalla en 1859 se denomina en España la «Guerra del Rif» o la «Guerra de África» (ver introducción, arriba). Obviamente, los «rifeños» son soldados marroquíes caracterizados aquí por su violencia y barbarie. En el contexto histórico estos «rifeños» deben entender como una especie de milicia más que ejército oficial: defendían la soberanía nacional (marroquí), pero se movían con bastante autonomía. Las tensiones entre el gobierno central marroquí y la población es una de las tensiones constantes en la historia política y social interior del país.
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Fotogalería de los soldados rifeños recogida desde la prensa española |
- El profeta cristiano Yahia, hijo de Zacarías: El Nasiry asocia a Santiuste con él ya que “Yahia” es el nombre equivalente a Juan (San Juan) en árabe (130-31)
- La representación del Mellah: “oscuro pasadizo,” “patio sucio y ahumado” (130).
- Mazaltob es la que le da socorro y protección a Santiusta, es la que le introduce en Tetuán. ¿Simbólico?
CAPÍTULO III
Resumen: Para captar la complejidad de este capítulo, conviene recordar que el texto se presenta como si fuera el testimonio epistolar personal del Nasiry, dirigido a su benefactor fesí (= de Fes). Piensa, por ejemplo, en cómo insiste el Nasiry en llamar a los judíos del Mellah como una "caterva" (gang o bunch, despectivo). Por eso las referencias a la familia Ansúrez y a la identidad española del Nasiry (Gonzalo Ansúrez) están "disfrazadas" en la narración. Identifica dónde y cómo. ¿Crees que el Nasiry es sincero en todo lo que relata? Intenta formular una opinión, basándola en datos concretos.
En este capítulo seguimos los pasos del Nasiry dentro y fuera del Mellah, tal y como le encomendó Muley al-Abbás. Entabla conversaciones con los siguientes individuos:
- Juan Santiuste (bautizado con el
nombre hebreo “Yahia”) le explica al Nasiry la razón de su pacifismo. El Nasiry, mientras tanto, quiere saber más sobre los "planes de O'Donnell." Juan (Yahia)
vaticina la victoria de O’Donnell, lo cual provoca la furia del Nasiry: "¡Loor al Dios únmico! Comprenderás, noble señor, cuánto me indignó el vaticinio del desquiciado Yahia" (133).
- En casa de Simuel Ríomesta, encuentra a su hija Yohar (Perla). El padre se ha reunido con otros judíos en la sinagoga para tratar el tema de la guerra. Yohar le explica que Muley el Abbás ha prohibido que
la población tetuaní (= de Tetuán) se fugue ante el
peligro de la invasión española.
- Por las calles de Tetuán el Nasiry encuentra a su "convecino Hach Ahmed Abeir," quien opta por hablarle en español. (Curioso, ¿no?) Este le expresa su temor a los rifeños y le recomienda al Nasiry que intente "apaciguar a los judíos."
- Por eso vuelve al Mellah, según informa en su epístola, donde topa con Mazaltob. Ella reitera
su profecía (la victoria española el día 18 de schebah),
mientras que el borriquero, Edras Molina, proclama que la pólvora
(gun powder) de los españoles no arderá tan bien como en España
debido a la diferencia de aire. (¿Quién sabe si con esto
Galdós quiere implicar algo?)
- El Nasiry termina esta carta con una
sentencia religiosa: la necesidad de una intervención divina para
que las naciones no hagan guerra. “Los beneficios de Dios no se manifiestan
en las naciones, sino en el universo…” (137).
- El tema de la convivencia, la "España de las tres culturas" o "castas," o los "hijos del Libro":
- Toma nota de las referencias a los lazos bíblicos entre musulmanes y judíos, comentados por Mazaltob (131) y a la hermandad hispano-marroquí,
que se basa en el concepto de que judíos, cristianos y musulmanes
son “hijos del Libro” (unidos en su monoteísmo) : “el lazo hermandad . . . Todos los que adoramos un Dios único y le tememos, vamos a
Ti, Señor, y entraremos en los jardines de inefables delicias”;
“no ha llegado el tiempo en que nos convenzamos los hijos de Adán del desvarío de las guerras” (132)
- Toma nota de cómo se van formando tres grupos –los “cristianos” bajo O’Donnell (que llegan), los árabes (que defienden) y los judíos del Mellah—en el mapa político-militar tal y como Galdós lo representa.
- La representación de Mazaltob, mujer celestinesca, y el mundo habitada por ella:
- sus “inmundos hechizos, ”“pasadizo estrecho,” “manos crasas,” “artimañas sacrílegas,” su “tableta con sinfín de rayas y garabatos” (134);
- “embaucadora” y “nigromántica” con un “hebreo revejido, sarnosa y casi enana” que la sirve (Esdras Molina) (136).
- El tema de la identidad, con sus dos motivos principales: el disfraz y la conversión. ¿Cómo identificarlos e interpretarlos?
- El testimonio, la crónica, el parte (informe) de la guerra:
“Copia fiel [¿?] de la opinión de la gente” (que el Nasiry transmite a su benefactor)?
Referencia a los “infieles” (final, 137) y la declaración de pacifismo y hermandad entre las naciones: “«Si Dios no contuviera a las naciones unas con otras, la tierra sería corrompida. Los beneficios de Dios no se manifiestan en las naciones, sino en el universo...»” (137): ¿señales cruzadas? ¿decepción?
- En cuanto al nombre "Yahia" que se le concede a Juan Santiuste: Nota que es el nombre hebreo por San Juan Bautista, hijo del sacerdote y profeta Zacarías. Según Lucas (3:1-3), San Juan comenzó a predicar y a bautizar en el desierto. Se considera precursor de su primo, Jesucristo, a quien él bautizó (por eso, "San Juan Bautista").
CAPÍTULO IV
Resumen: Seguimos los pasos de El Nasiry por la ciudad de Tetuán, y sus conversaciones con diferentes individuos.
- El Nasiry un vuelve a la casa de Simuel Riomesta para pedirle le pide un préstamo. (El tópico del judío
prestamista o usurero.) La hija de Riomesta, Yohar, le acompaña
al cuarto donde están las arcas. Lo que al principio parece
una escena costumbrista de cortejo entre el supuesto musulmán (Nasiry) y
la judía (Yohar) se convierte en una pequeña lección
histórica (tendencia didáctica) acerca de la comunidad judía
en África y sus lazos ancestrales con España, país
donde se “quemaron” a los “abuelos” de Yohar (según el Nasiry) en tiempos de Isabel y Fernando, 1492.
El Nasiry fracasa al final en su intento de convencerla del peligro español
a “aquella gente sin el fuego de patria en su corazón” (así
caracteriza el Nasiry al pueblo judío).
- Saliendo de la casa de Riomesta, el Nasiry se cruza con Mazaltob. Sus advertencias (que Yohar no sucumba a los artilugios hechiceros de esta nueva Celestina) son una premonición de la relación que Yohar y Yahia concertarán luego.
- Abandonando el Mellah, el Nasiry
se dirige a la Alcazaba (fortaleza) y luego al Zoco (zona comercial, mercado),
donde ve a las multitudes alteradas por la amenaza de guerra. Visión
panorámica que recuerda la de Juan Santiuste cuando cruza Madrid
camino de la estación de trenes, al comienzo de la novela.
- Termina marchándose a Samsa, hospedado por un amigo suyo, Mohammed Requena, descendiente de una familia morisca expulsada de Granada en 1609.
- Galdós, historiador de la España de las tres culturas: analiza con cuidado las referencias históricas y culturales en estos pasajes, donde Galdós detalla la conexión ancestral que los sefardíes y andalusíes marroquíes sienten con España. Toma nota en particular de:
- La descripción minuciosa de "Simuel (Riomesta)," de las fiestas sagradas judías (Kypur, Ros-Ashanah, Purim, etc.). Analiza la siguiente reflexión de Riomesta:
"Luego, respondiendo a mis exhortaciones para mantener la fidelidad al Mogreb y la confianza en su fuerza, [Simuel Riomesta] me dijo que los judíos, o no tienen ninguna patria, o tienen dos, la que ahora les alberga y la tradicional: ésta es España. De allá provienen él y los suyos: su antecesor Abraham Riomesta, había sido recabdador (tax collector) de las alcabalas y tercias reales en la aljama de Talavera. Verdad que de allí se les echó, y algunos de su propia familia fueron quemados públicamente, otros quedaron en Castilla con el nombre de conversos o marranos... Pero de entonces acá, ya no había en España inquisidores ni tostamiento de personas. «Onde que por ellos» ya no tenían los hebreos rabia contra españoles, ni miraban «como enemiga dañante la potestanía de España»" (140-141).
- Si en Riomesta tenemos la imagen viva del sefardí, en Mohammed Requena se nos presenta la imagen del morisco andalusí:
"En Samsa me hospedó mi grande amigo Mohamed Requena, anciano de luenga barba blanquísima, . . . Pertenece a la nobleza tetuaní, y en su casa conserva las llaves de la que en Granada ocuparon sus antecesores, hasta que Isabel y Fernando (¡a quienes Allah dé su merecido!) les arrojaron con Boabdil a las playas africanas" (143)
NOTA CULTURAL - Las llaves de casas abandonadas en 1492, 1609: Es un tópico (¿verídico?) que diferentes familias sefardíes y descendientes de moriscos andalusíes guardan aún, en Marruecos, en Israel, en diferentes lugares de su diáspora, entre sus recuerdos familiares, la llave de la casa abandonada por sus antepasados en España. Sirve como recuerdo palpable y como signo poderoso de una conexión ancestral que estas familias sienten aún con España. Véase, por ejemplo, este artículo de prensa y esta imágenes:
- ¿Cómo interpretar las últimas palabras de Requena?
«En toda guerra sale finalmente vencedor el combatiente que sabe más, no sólo de guerra, sino de todas las cosas de humano conocimiento, porque la guerra es un arte que pide la reunión del saber militar y de todos los demás saberes y entenderes. Los españoles, aunque algo alocados, saben o tienen de los diferentes saberes luces incompletas; lucecitas que todas juntas hacen un gran resplandor en las almas, por el cual se guían hacia donde está la victoria… Y no te digo más, hijo. Anda y ve… y tráeme pronto noticias del triunfo de nuestros hermanos… que sobre todo lo que te he dicho está la voluntad del Excelso».
- Ver la representación de la "perdida de Granada" y el "suspiro del moro" (Boabdil, el último sultán granadino, derrotado en 1492) en la pintura del siglo XIX.
- Tema importante: la interpretación de
la historia en relación a las Santas Escrituras como signo de una
actitud musulmana. (Ejemplo: “pensé en el día del juicio…”,
143).
- Tema: La “autenticidad” sigue señalándose en interminables referencias a (por ejemplo) frases de Requena que el Nasiry “copia fielmente” y a la “sinceridad” de sus informantes (143).
CAPÍTULO V
Resumen: Después de cuatro días en casa de Mohammed Requena, el Nasiry sale para enterarse --y enterarnos-- de la evolución de la guerra. Se cruza con su criado, Ibrahim, quien le informa del descanso en los combates debido a una fiesta religiosa cristiana. Le informa a Muley El Abbás sobre la situación en Tetuán y de la presencia de tropas catalanas. Siguiendo su propia ruta, su paseo solitario por la zona es marcado por las siguientes esperiencias: una vista panorámica sobre los combatientes marroquíes en toda su amplitud y diversidad; el "mal agüero" de los perros que se dirigen hacia el ejército español; la subida a un punto alto, con el Kaid (= juez musulmán) de los facíes (= soldados de Fes, bajo el mando del Príncipe Ahmet) donde ven las columnas del ejército español moviéndose hacia las posiciones marroquíes. El capítulo termina con los primeros cañonazos de la nueva batalla.
Cosas que conviene considerar:
- Las diferentes maneras en que se cuenta la historia de "acá" desde el punto de vista de "allá" y el grado de autenticidad de este cuento.
- El tema de las unidades catalanas y de Cataluña. El Nasiry le explica al "Príncipe" Muley el Abbás (el comandante de las tropas marroquies) de qué "kabila" son los "catalonios" (los catalanes). Detrás de este pasaje está la realidad de la potencia industrial y económica catalana y la política imperialista promocionada por gran parte de la empresa de esta región, especialmente a lo largo del siglo XIX. ¿Por qué interesa que se llame "kabila" (cabila) a los catalanes? Analiza:
"Acudí a ilustrar al Príncipe diciéndole que esta tropa viene de un territorio hispano que se llama La Catalonia, país de hombres valientes, industriosos y comerciantes; país que está todo poblado de talleres donde labran variedad de cosas útiles, papel, telas, herramientas, vidrio y loza. Como expresara extrañeza de que los catalonios dejaran sus telares, alfarerías y fraguas para venir a una guerra en que morirían como moscas, le respondí que allí sobra gente para todo, y que los trabajadores pacíficos no temen interrumpir su faena para ayudar a los fogosos militares, pues los pueblos de Europa saben por experiencia que después de la guerra es más fecunda la paz, y mayor el bienestar de las naciones… Dije esto dejándome llevar de una sandia pedantería, que aprendí no sé dónde ni cómo . . . ."
- La vista panorámica del narrador errante
incluye un catálogo de los tipos musulmanes: árabes de diferentes
países, representantes de una amplia variedad de tribus africanas,
cada uno identificado por el estilo y color de su traje. Esto puede
tomarse otra vez como señal del propósito didáctico
del autor y de su estilo costumbrista.
“Allí estaba el Mogreb: todo lo vivo y sano de esta tierra de bendición que Allah tiene por suya. Contar los hombres que pisaban el suelo desde las alturas medias de El Darsa a la vaga corriente de Guad El Gelú, habría sido tan difícil como sacar cuenta exacta de las estrellas del Cielo. En el enjambre bullicioso distinguí las rudas facciones del bereber, de ojos encendidos y ágiles movimientos; vi los negros del Sus, de expresión triste y dulce mirar; los muladís, o mestizos de sudanés y bereber, veloces en la carrera y astutos en la intención; vi el árabe de Oriente, cuyo rostro, de belleza descarnada, trae a la memoria la imagen del Profeta, y el árabe español o granadino, de fina tez, fácilmente reconocido por su compostura aristocrática. ¡Y qué variedad de trajes y atavíos! ¡Cuánto más pintoresca nuestra tropa que la de España, en que los soldados van igualmente vestidos, como frailes o alumnos de una escuela eclesiástica! No son personas, sino muñecos fabricados conforme a un vulgar patrón de la industria de sastres. Aquí veo la rica variedad de colores que me dice los gustos de cada tribu y de cada país. Los montañeses del Riff traen sus pardas chilabas terrosas, para que el color les ayude a confundirse con los tonos del suelo; los más pudientes las adornan con caireles y flecos de risueños colores. Ved allí los talebes, de blanca vestidura, y los bereberes de Semmur, gustosos de que los vivos matices de sus trajes ofrezcan blanco seguro al enemigo. De esta otra parte aparecen los ricos árabes tetuaníes y facíes, con el blanco albornoz que ennoblece la figura; los negros bukaras ostentan el rojo de sus gorros puntiagudos; los del Sus visten caftanes listados de blanco y rojo, y los beni-argas y tsuliés combinan el negro y blanco... ¡Qué armonía en esta variedad, y qué hermoso espectáculo el de tanta gente que trae a la guerra la unidad de su fe, manteniéndose cada cual en la forma y colorines que la tradición de su tribu le impone!”
- El sentido de orden (¿y racionalidad?) de las tropas españolas, vistas por el Nasiry, frente a la representación de los combatientes musulmanes, descritos antes en diferentes pasajes ya señalados (y representados ampliamente en la pintura española del período, como hemos visto ya).
CAPÍTULO VI
Resumen: El Nasiry sigue documentando la guerra, en primera persona y con mucho comentario editorial: la influencia de "Satán" a favor de los españoles; la eficaz o talentosa estrategia militar de O'Donnell, la necesidad de echarse a la fuga los que estaban con él de testigos, ante el peligro de la llegada inminente de los españoles. Si el capítulo empieza con referencia a la alianza entre el demonio y el (supuesto) enemigo, termina con referencia a un Allah silencioso. Rechaza la
interpretación “peregrina,” ofrecida por su camellero Bu-Haman, de que la derrota
de los marroquíes es el castigo divino por su menguante fe (“El Mogreb es
vencido por la tibieza de nuestra fe”).
Cosas que conviene considerar:
- Las descripciones grotescas de cuerpos desmembrados, de los desastres de esta guerra, y el horror registrado en la conciencia del cronista:
"A huir [el Kaid] me impulsaba, más que el horror de la matanza, el furibundo miedo que tomé a los rostros de los españoles. Ni los cadáveres que pisábamos, ni el espectáculo de los hombres que yacían expirantes, con la cabeza hendida, el vientre rasgado, algún miembro separado del tronco, entre charcos de sangre, me causaban horror tan intenso como los rostros de los españoles vivos que iban entrando en nuestro campo y posesionándose de él. Y si alguno me miraba, mi pánico me hacía buscar un agujero donde esconderme, o ancha tierra por donde correr… No puedo darte, señor, explicación de esto, pues y o mismo no lo entendía ni lo entiendo."
La espresión goyesco se ha popularizado debido a las representaciones que el renombrado artista hizo de otra guerra, la Guerra de Independencia (1808-1814) contra el ejército francés, durante la ocupación napoleónica de España. Seguramente Galdós tenía en mente el modelo artístico, de los estraordianrios aguafuertes (grabados) de Francisco de Goya (1746-1828). Repasa unos ejemplos de estos grabados, los "Desastres de la guerra," que forman parte de la colección Davison Art Center. Warning: Please note that this collection includes images of mutilation and dismemberment that may therefore be difficult for some to view.
- Hablando del horror (o los desastres) de la guerra, el Nasiry se refiere al "espectáculo" del "¡inmenso choque de la vida y la muerte!" ¿Crees que Galdós quiere elevar su representación de este conflicto a un terreno existencial: elevarlo, es decir, por encima del plano histórico-político de 1859? ¿Crees que Goya tiene esas intenciones?
- La blasfemia --y el perdón que el Nasiry pide-- ofrece una ventana costumbrista sobre ciertas expresiones en castellano (ej: “cochino”,
“inmundo animal”)
- La descripción de O'Donnel, el Gran Español, como un "diablo largo y rubio..."
CAPÍTULO VII
Resumen: El Nasiry sigue deambulando, sigue funcionando como el ojo (testimonial) errante. A través de su voz se nos presenta una visión caleidoscópica de individuos, en su mayoría árabe. Se proyecta a través de estas figuras la perspectiva árabe sobre los españoles (Prim, O'Donnell). De particular interés: la imagen de los catalonios. (Ver nota 2, Cap. V, arriba). Otro punto de interés: la figura del "loco" que "seduce" con su "poética elocuencia." Por el camino, le acompaña al Nasiry otro renegado, El Gazel (Torres), personaje que estimula (según cuenta el narrador) su lamentable blasfemia.
Al adentrarse por las agostas calles de la ciudad, el Nasiry repasa los estragos de la guerra: la desconsolación (religiosa) de los habitantes de la ciudad; el saqueo
en la ciudad y la fuga de los “montañeses” (guerrilleros musulmanes) ante el avance de los "fornidos catalonios" (tropas catalanas).
Los “desmanes” (= excesos, actos contra el orden público) de los
montañeses condicionan la recepción favorable de los tetuaníes
(habitantes de Tettauen o Tetuán) hacia los españoles. Se
concierta la entrega de la ciudad a los españoles y se elige al
“renegado” Torres (nombre musulmán: Gazel) para la embajada. El Nasiry alega haber renunciado la invitación a participar en esa delegación, a causa de "desagradables cuestiones comerciales" con los españoles de Ceuta.
"La sorpresa misma de tal audacia impidió matarle en el instante de su aparición. Luego se fue a él, yatagán (sable, espada árabe) en mano; pero a punto entraron detrás de Prim seis, ocho, diez de aquellos voluntarios que llaman catalonios, hombres fornidos, con un gorro morado y luengo a manera de bolsa, que les cae para delante o para detrás según mueven la cabeza…"
A la derecha: postales de la época, con imágenes de soldados catalanes con su característica barretina ("gorro morado y largo . . . que les cae . . . ") |
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Cosas que conviene considerar:
- Considera la insistencia con la que el Nasiry trata su desprecio por los españoles, en esta crónica epistolar dirigida al príncipe en Fez. ¿Te parece excesiva? ¿Sincera?
- Toma nota de la precisión realista con la que Galdós recrea la ciudad de Tetuán, mediante el paseo del Nasiry:
- lugares: diferentes casas, calles y puertas; el Zoco
- personajes: el poeta Sidi Afailal, hijo d eun famoso cherif; el Yemení Bu Hamam; el Gazel (Torres); Ahmed Abeir; Mazaltob
- Abundan casos de situaciones en que Galdós
fabrica una perspectiva “desde allá” (musulmana / marroquí)
“hacia acá” (sobre un tema nacional). Uno corresponde a la
referencia a los “gigantes catalonios”, o sea “catalanes” que parecen grandes
a los árabes. Trata de identificar otros ejemplos de lo mismo.
- El llanto (planctus, lamento) del poeta Sid Alfailal: ¿corresponde al mito orientalista del árabe fatalista, sensual y supersticioso?
"Luego se volvía hacia Ojos de Manantiales, y con plañidera y delgada voz le decía: «Tú, que has sido siempre pura como paloma blanca, o como el turbante del Imam en el Mumbar (el sacerdote en el púlpito); tú, que eras un jardín espléndido y hermoso, cuyas flores sonreían de felicidad como un lunar en la mejilla de una desposada; tú, cuya belleza es superior a la de Fez, Egipto y Damasco, ¿qué es ahora de ti?». Oyendo estos bellos cánticos, lagrimones como puños brotaban de nuestros afligidos ojos, y el pecho senos oprimía. Volvíase luego el poeta hacia nosotros, y nos declaraba que Tettauen era víctima del mal de ojo, y que padecía la misma suerte que la fabulosa heroína Zarka El Jamama"
- Toma nota de la primera referencia al mito de Salomé y la cabeza del San Juan Bautista. Simuel Riomesta, desesperado, implora al Nasiry:
"Mas si quieres estar entre los buenos, búscame a Yahia, el de la pacificación, y tráeme su cabeza en un plato, ansí como trujo Salomé la del otro Yahia, falso y engañador profeta al igual de este…»." (Ver abajo, 3.VIII y 4.II).
- Motivos, temas:
- Alabanza de Tetuán, “Ojos de Manantiales”
(160).
- La falta de disciplina en el ejército
musulmán (162), el terror que generan los montañeses, la visión apocalíptica de la caída de Tetuán (presentada ahora desde dentro, desde "allá") y el deseo de "orden púbico"
"Los que dos días antes llamaban perro al Español, ahora claman por él, pues aun siendo perro había de traer comida, y otra cosa que ellos no aciertan a definir, y es algo semejante a lo que los europeos llaman Orden público. «Que vengan —gritaban—, que vengan con justicia, y al ladrón, palo mucho»."
CAPÍTULO VIII
Resumen: Después de atestiguar la
horrible agresión de unos “montañeses” contra Mazaltob,
en el Mellah ("el espíritu de caridad surgió en mí con irresistible fuerza"), el Nasiry busca alianzas con otros líderes (Ibrahim) para negociar la paz "al uso europeo, en nombre de nuestro señor el sultán." El "desesperado" Riomesta le narra al Nasiry datos importantes cerca
de Juan Santiuste (“Yahia”): su hija, Yohar, con la ayuda
de Mazaltob, huyó con “el profeta cristiano” (Yahia), que “vino
a meter víboras venenosas en el corazón de mi Perla”.
El Nasiry va en busca de Santiuste (Yahia). Se duerme. La embajada
se reúne con O’Donnell (el “Gran Español”) para negociar
la entrega de la ciudad y son recibidos con enorme cortesía.
Cosas que conviene considerar:
- El Nasiry sigue involcando las clasificaciones o categorías raciales planteadas el capítulo V, arriba.
- Perspectivisimo: desde el punto de vista de Riomesta, Santiusta es un profeta "falso y engañador," Mazaltob "perversa."
- Motivo del “fatalismo oriental” (cfr. Edward
Said y Américo Castro): “soñolientos ya, entregados al fatalismo
inherente a la raza” (171)
- Notar: el Nasiry se refiere a su propia "fácil labia" (gift of gab, talent with speech). ¿Cómo aplicar esto a su estilo narrativo/epistolar?
- Vemos aquí otro ejemplo de cómo
las Sagradas Escrituras se convierten para el supuesto moro (el Nasiry)
en una glosa de la historia (en el marco de la ficción, de la novela
histórica): “Con sus pérfidas ficciones de inspiración
celeste, difundió la idolatría y arrastró a las gentes
al vacío”
CAPÍTULO IX
Resumen: El renegado Gazel (Torres), el “pérfido
español” ("que, como español es un pozo de astutas maldades"), tienta al Nasiry con aguardiente. La pecaminosa
borrachera ("mona") produce un sueño profundo en el que la historia de Yahia
y Yohar se transforma en la de Salomé y San Juan Bautista. Le halla en esta lamentable condición
su fiel sirviente, Ibrahim, afligido por la brujería de Mazaltob
(padece de cólera).
Cosas que conviene considerar:
- Toma nota del tono sospechosamente (¿exageradamente?) justificativo del Nasiry: "El Gazel, que, como español, es un pozo de astutas maldades"; "Yo me resistí"; "aquel veneno"; "espoleado por un gusto superior a toda razón," etc.
- La caracterización de Mazaltob como una Celestina, "profesora en el embrujar," "poseedora" de poderes ocultos y endemoniados. Aquí maneja una cuerda de los 11 nudos en los que ella sopla y que deja en casa del Nasiry, para "endemoniarla."
- El tema de San Juan Bautista y Salomé: Recuérdese que el nombre de Santiuste es 'Juan,' pero al pasar la frontera de su transformación espiritual, se deshace del hombre evangélico de su santo, San Juan el Bautista, para ser rebautizado por el Nasiry con el nombre hebreo del santo, 'Yahia.' Recuérdese también la relación entre mitos y sueños establecida arriba, cuando Juan Santiuste sueña con la imagen de Santiago (2.VIII).
Final, 3.II: (El Nasiry, hablando con Mazaltob): "El profeta cristiano que dices es el que llamamos Yahia, hijo de Zacarías, varón de extremada virtud. Este será todo lo contrario: un pillastre, un embustero…" / "De veras me hizo pensar en el profeta cristiano Yahia, hijo de Zacarías, en quien Dios puso el signo de su predilección, y de él dice el Libro Santo: Escogido fue para enseñar a los hombres la paz."
En cuanto a la figura de Salomé, según el Nuevo Testamento, Salomé
pidió la cabeza de San Juan cuando éste, por cuestiones de su fe religiosa, renegó de su matrimonio con la madre de Salomé, Herodías. (Consula la Encylopedia Britannica para familiarizarte con este mito.) Salomé, la bailadora ("el baile de los siete velos"), se ha convertido en una de las míticas
“femmes fatales” de la historia. (Ver abajo, 4.II). Nota aquí la relación entre lo que Simuel Riomesta le contó al Nasiry, en el capítulo anterior, y el sueño del Nasiry aquí, consecuencia de su embriaguez:
"Soñé que estaba yo en brazos de la blanca y tersa Yohar, y que delante tenía, en una bandeja de plata, la cabeza del profeta Yahia, aderezada con buen golpe de sal para que tuvieran tiempo de adorarla sus discípulos los pacificantes…"
- En el momento del amanecer, con las tropas españolas a punto de entrar en la ciudad, Ibrahim y el Nasiry recitan versos coránicos que atribuyen al capítulo 103 pero que en realidad corresponden al capítulo 113. Escucha aquí los versos recitados en árabe.
"--Ya viene el día, Sidi... Bendita sea la luz del Sol. ¿Te acuerdas del capítulo Ciento y tres del Korán?
--Sí que me acuerdo. Ese capítulo recito yo todos los días en cuanto veo la luz solar. Es breve y hermoso de toda hermosura y unción. Repitámoslo juntos: «Busco un refugio contra ti, Señor del Alba, Señor del Día... Refugio contra la iniquidad de los seres malos que has creado... Refugio contra el mal de la noche sombría...».
--Refugio contra la perversidad de los que soplan sobre los nudos... Refugio contra los envidiosos.
Tres o cuatro veces repetimos con intensa devoción las sublimes palabras del Profeta. Después me dijo Ibrahim: «En otro lugar del Libro Santo encontrarás el remedio que empleó el Profeta contra el embrujamiento judaico de los once nudos. Has de leer con grandísima devoción y recogimiento once capítulos del Korán; a cada lectura de un capítulo, siempre que sea lectura con piedad, se deshará uno de los nudos, y en cuanto los once sean deshechos, desaparecerá el maleficio»."
CAPÍTULO X
Resumen: Mientras los soldados españoles
penetran (y se ocupan) de Tettauen (Tetuán), Yohar y Yahia han penetrado
la casa de el Nasiry, “en busca de la paz y la hospitalidad”. Los
dictámenes de Yahia penetran una y otra vez el cerebro del Nasiry, provocando en él un gran desconcierto (según nos cuenta):
"«Me alegro de verte en esta ocasión, que es de grande alegría para todos. Yo celebro la entrada de los españoles en Tetuán, porque esto significa la paz próxima, beneficio para nosotros, y más aún para el Mogreb. La paz es mi sola idea, El Nasiry; la paz es mi aliento. Odio la guerra, y deseo que todos los pueblos vivan en perpetua concordia, con amplia libertad de sus costumbres y de sus religiones. Echar a pelear a Dios contra Allah, o a este contra Jehovah, es algo semejante a las riñas de gallos, con sus viles apuestas entre los jugadores. Pero la paz no sería buena y fecunda sin el amor, que es el aumento de las generaciones, y la continuación de la obra divina. Dios no dijo Menguad y dividíos, sino Creced y multiplicaos. Luego Dios bendijo el amor, y condenó las estúpidas guerras."
“ «Odio
la guerra, y en ella soy todo ineptitud» . . . Oía la voz de Yahia: «Ya estamos en Tetuán; y a Tetuán es nuestra. Alégrate, El Nasiry, y celebremos juntos la victoria de España y la paz…».”
Cosas que conviene considerar:
- ¿Pueden detectarse sospechosos elementos de falsedad en el relato del Nasiry? ¿Te fias de su versión de las ideas de Juan/Yahia sea fidedigna? Es interesante que Riomesta se refiere a Juan como "el hombre que responde por el nombre Yahia" y, sin embargo, el Nasiry informa aquí que Santiuste dice "Yo soy Juan, no Yahia como tú me llamas." ¿A qué se debe esta confusión?
- Desde aquí los dictámenes políticos
de Galdós se multiplican. Nota la manera en que Galdós
glosa el acontecimiento histórico con la siguiente declaración:
“la blanca paloma, cogida entre dos fuegos y entre dos iras, no tendría
ya salvación”. En esta novela, el novelista fabrica una imagen
de Tettauen como una ciudad mestiza, culturalmente heterogénea y
poblada de habitantes de identidades ambivalentes. La ciudad se sitúa
además en una especie de limbo o tierra de nadie entre dos ejércitos
propulsores de la ortodoxia (la “ira”, el “fuego”), los “montañeses”
que se van y los “cristianos” que llegan. Trata de formular una impresión
de las implicaciones ideológicas de esta situación.
- “En tu casa, el Nasiry . . . buscamos amparo . . . fuimos a pedirte hospitalidad”; “en tu morada hallamos consuelo los
perseguidos” (182): así le habla Yahia al Nasiry. ¿Crees que existe algún paralelo entre la morada (dwelling) personal del Nasiry y la idea de Tetuán como "morada" de las tres culturas (judía, musulmana y cristiana)?
- Elemento costumbrista: los árabes se caracterizan
por la “paz” y “hospitalidad” como caracterizan su ámbito
hogareño y su trato hacia las visitas. El nombre de la capital
de Tanzania, Dar es Salaam, significa “casa de paz”. Tal vez estos
factores nos ayuden a ver otro elemento costumbrista en la novela de Galdós.
- La referencia el 6 de febrero (1860) señala
el final del ciclo epistolar.
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La toma de Tetuan (estampa popular de la época) |
TETUÁN HOY
Vista panorámica - La muralla y una de las puertas principales - La medina |
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CUARTA PARTE: Tetuán, enero-febrero 1860
CAPÍTULO I
Resumen: Datos ofrecidos por Mazaltob sirven ahora
para retomar el hilo de la historia de Santiuste, desde su llegada a la ciudad de Tetuán (final, segunda parte). Sirven también para construir una nueva perspectiva sobre el período representado
por el Nasiry en sus cartas. Los temas que ella trata son: el encuentro entre Mazaltob
y Juan Santiuste, su herida y cura; el poder retórico de Santiuste
y su honda espiritualidad cristiana; el problema del celibato y el enamoramiento
de Santiuste con Yohar, hija del rabino Riomesta.
Cosas que conviene considerar:
- Caracterización de la “raza hebrea”: “Los
hebreos, raza mercantil esencialmente pacífica, sin hogar propio,
privada en absoluto de arrogancias militares, ni amaba ni entendía
la guerra. La espada de Josué desde luengos siglos había
sido vendida como hierro viejo”.
- Las declaraciones de principios políticos
y la interpretación cultural del Magreb se acumulan. Nota las referencias a las relaciones entre los “moros
y judíos”, al anti-clericalismo (característico de Galdós)
y a la naturaleza política del pueblo mogrebí (marroquí)
(187, 190).
"Rodando (Santiuste) por Tetuán, pudo apreciar el aventurero que si moros y judíos se peleaban por cuestiones de ochavos, nunca lo hacían por motivos religiosos: sinagogas y mezquitas funcionaban con absoluta independencia y recíproco respeto de sus venerados ritos. Observó también que los sacerdotes hebreos, así como los musulmanes que sin carácter eclesiástico prestan servicio en los templos del Islam, eran casados, o disfrutaban la posesión de mujeres con más o menos amplitud."
"Profeta de paz no podía ser con los hebreos, que ya desde siglos remotos abominaban de la guerra, ni con los moros, que sólo peleaban a la defensiva, ni con los españoles, que jamás se quitarían de la cabeza el delirio deslumbrador de las empresas militares. Pero no creyéndose llamado a catequizar directamente a las tres razas afines, sentía dentro de sí un vago prurito de manifestar sus ideas, no por los discursos, sino por la acción... más claro: creíase llamado a ser apóstol de la paz, no sermoneándola, sino haciéndola. Ni él mismo se daba explicación del punto de partida de este anhelo en su alma exaltada, ni del fin a que se dirigía con fuerza más instintiva que voluntaria... Pero él, cuando en los camastros de Mazaltob se reponía de sus caminatas callejeras, pensaba: «¿No será vano el artista que predique los principios de la escultura y no sepa labrar una estatua? ¡Ah!, no seré yo ese artista estéril y baldío. A un lado las retóricas que enseñan reglas infecundas, jamás comprendidas del oyente, y hagamos, aunque sea en barro tosco, la estatua de la Paz»."
- Tema: la transformación cultural de Gonzalo
Ansúrez, alias el Nasiry (188).
"Estas ideas le rondaban la mente cuando fue visitado por El Nasiry, en quien, la pureza del lenguaje, se le reveló un español musulmanizado, y por las líneas y la expresión del rostro, el fugitivo hermano de Lucila, que supo cambiar de religión, de patria y de costumbres con flexibilidad inaudita. No podía Juan asegurar que el arrogante moro que le visitó fuera Gonzalo Ansúrez; pero sus sospechas vehementes casi tocaban en la certidumbre. Hablando de esto con Mazaltob, la maga le dijo que El Nasiry era de la casta árabe granadina, y que se distinguía por su nobleza y generosidad. Hablaba español por haber vivido largas temporadas en Málaga y Algeciras; no pensaba ella que fuese renegado, aunque algunos había en Marruecos circuncisos en toda regla, y tan perfectos en su transformación de lengua y costumbres, que el mismo ángel justiciante, el día del Juicio Final, no sabría si ponerlos entre los moríos o entre los del Andalús. Despertó esto más la curiosidad de Juan y sus ganas de tratar a El Nasiry, para echarle la sonda y ver si en él se repetía el extraordinario ejemplo de Alí Bey El Abassi."
Hay varios factores que nos
interesan aquí.
- Primero, que Galdós tarde tanto en tratar
este tema de manera explícita (que lo trate de forma explícita después del informe epistolar del Nasiry).
- Segundo, el tema de la conversión en sí.
(Luego veremos que es una conversión problemática).
El caso del Nasiry nos recuerda otros ejemplos de transformaciones o identidades
ambivalentes: Juan Santiuste transformado en “Yahia”, los judíos
españoles se convierten en “conversos”, los cristianos arabizados
son “muladíes”, términos que se relacionan con el disfraz
que llevan muchos habitantes de esta Tettauen “Ojos de Manantiales”, quienes
encierran un ser o un pasado invisible o remoto.
- Conviene notar además la referencia a Alí Bey el Abassi, que ofreció obviamente el prototipo
para la fabricación del Nasiry. A principios del siglo XIX
el secretario del Estado del rey Carlos IV, Manuel Godoy, decidió
preparar a un catalán nombrado Domingo Badía para realizar
una embajada al norte de África como espía y así abrir el continente
vecino a los intereses comerciales de España. Godoy era un
gran francófilo y su proyecto coincide más con los proyectos
imperialistas de Napoleón Bonaparte, que son militares y académicos
a la vez y que Edward Said analiza en detalle en su ensayo Orientalism.
Según parece, después de dos años de estudio en París
y Londres, “Alí Bey” aprendió el idioma y las costumbres
de los árabes con tal perfección que logró realizar
su embajada por Marruecos, Libia y Egipto pasándose por un principe árabe
de Alepo (Siria). Sus diarios ofrecen una lectura interesante y son
fundamentales para el estudio del orientalismo español.
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Domingo Francisco Jordi Badía y Leblich, alias Ali Bey, nacido en Barcelona en 1767,
hijo de padre aragonés y madre belga |
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CAPÍTULO II
Resumen: Se narra cómo llegaron Santiuste
(Yahia) y Yohar a enamorarse y casarse, luego sus peripecias durante los
violentos días de febrero de 1860 ("vemos" de nuevo los mismos acontecimientos violentos representados al final de la sección III, en las cartas del Nasiry), hasta que topan con el Nasiry
en el momento de la entrada de las tropas españolas. Yahia (Juan) se disfraza con algún atuendo del Nasiry para salir a la calle.
Cosas que conviene considerar:
- La unidad religiosa de las tres "castas" se expresa de nuevo en estos términos: "Dios, Allah y Adonai juntos defendieron las preciosas vidas de los que por ley de amor eran prediolectos de la divinidad" (198)
- ¿Es simbólico que Juan Santiuste
y Gonzalo Ansúrez (Yahia y el Nasiry) se encuentren exactamente
cuando las tropas españolas están a punto de ocupar la ciudad?
- Analiza la siguiente representación de Yohar y el efecto que produce sobre Santiuste:
"Trastornado quedó el profeta de la Paz con la gallardía estatuaria, la gracia inocente y bíblica de la hija de Riomesta. Nunca vio mujer que pudiera igualársele. ¿Qué comparación tenían con Yohar ni Teresa, ni Lucila, ni tantas otras bellezas de allá, embutidas en feísimos trajes negros o pardos, y hablando un lenguaje de hipócrita corrección? Yohar era la mujer oriental o asiática, la Reina de Sabá, Semíramis, Herodías, María de Magdala, y ¿por qué no la mismísima Eva con la menor cantidad de ropa? Después de amar a Yohar, podía un hombre morirse tranquilo, llevándose a la eternidad los dejos de inefable ventura... Se enamoró y envoluntó con el fuego de todas las hornillas de amor encendidas por la juventud y sopladas por los poetas. La imagen de Yohar, tal como en la oficina de perfumes la vio Juan, por instantes se le reproducía en el pensamiento con ilusión perfecta de realidad; por instantes se le borraba, no quedando de ella ni siquiera una vana sombra, y esta privación de la imagen le exasperaba: sin necesidad de conjuro, de improviso volvía la imagen hechicera... Declaraba el poeta que no existía debajo del Sol rostro como el de Yohar, tan bello de frente como de perfil, blanco, amoroso, con resplandor de ternura sentimental, y de gracias veladas aún por la timidez. Los ojos rasgados, dormilones cuando la moza permanecía en silencio, echaban y recogían raudales de luz cuando hablaba. La boca, sin soltar una sílaba expresaba tanto como los ojos. Los ojos, mirando, no hablaban menos que la boca... ¿Y qué decir de la negrura del pelo, que en dos ondas asomaba tan sólo por la frente; qué de aquel pañizuelo de colorines liado en la cabeza con arte exquisito, formando por delante como el pico de una montera, y atrás un bulto que envolvía la madeja liada del abundante cabello? Sobre sus orejas, no pendientes de ellas, sino suspensos del pañuelo por un gancho casi invisible, colgaban dos aros de oro como de cuatro pulgadas de diámetro. Nunca vio Santiuste adorno tan bonito, ni tan oriental, ni tan acomodado a la belleza de Judith o de Dalila. ¡Y qué manos finas, vigorosas! Aquellas manos pudieron cortarle los cabellos a Sansón o separar del tronco la negra cabezota de Holofernes."
¿Qué paralelos podríamos encontrar
entre la técnica de Galdós y el arte del período?
¿Podríamos hablar de un estilo pictórico en la prosa
de Galdós?
- Se vuelve a tocar el tema de Santiuste como mediador
y príncipe de la paz: “¡Oh Yahia, profeta gracioso y venturoso!
Tus empresas de paz dejarán memoria entre los humanos, por lo atrevidas
y eficaces; tú domas el fanatismo, aproximas las razas enemistades
y pides para todos los pueblos la bendición del sumo Dios único”
(197). ¿Qué opinas de esa caracterización?
- La caracterización de Mazaltob como persona que trafica en amores por razones de dinero corresponde a su prototipo, la Celestina:
"Mazaltob, que siempre le oía con gusto por la riqueza y buen son del habla, se burló de él aquella noche mientras le servía la cena, y riéndose le dijo: «Bien garrida (elegante) es Yohar, por merced del alto Criador… pero más, más… oye de mí… más que su blancura valen las arcas pretas del padre de ella, hombre apañador…" ("arcas" = baúl donde se guardan joyas y cosas de valor; "apañador": the idea is, more or less, "someone able to take care of you," materially in this case)
Ver (de nuevo): "La Celestina: Un mito nacional"
CAPÍTULO III
Resumen: Juan y Gonzalo (Yahia y el Nasiry)
huyen de las tropas españolas. La admiración de Juan
por el “prodigio de la metamorfosis” de “alta escuela” conduce al tema
de Alí Bey (otra vez), cuya conversión (como hemos dicho)
fue el producto de una larga y refinada educación. En la conversación
que sigue, Gonzalo revela factores fundamentales: (1) su ideología
política (imitar = conquistar); (2) el contexto de sus cartas (prometió
contar los acontecimientos de la guerra a un benefactor suyo que vive en
Fez); (3) su descarada falsificación de la realidad, a modo de una
crónica disfrazada.
Cosas que conviene considerar:
- Evalúa la admiración que Juan siente
por Gonzalo en su conversión al Islam (202)
"Con esto acabó el buen Yahia de ganar la confianza del que tenía por poderoso señor musulmán, o renegado de alta escuela, al estilo de Alí Bey... De veras admiró Juan el prodigio de una metamorfosis bastante perfecta para cautivar en confiada ilusión a todo un pueblo.
Ponderó El Nasiry las ventajas de vivir en Marruecos en calidad de moro, disfrazándose para ello de lenguaje, de costumbres y de religión, y ensalzó el beneficio grande que resulta de existir allí muy pocas leyes, simplificación legislativa que compensaba el bárbaro despotismo del Sultán. Este no era tan intolerable para el hombre flexible y astuto que supiera adaptarse al suelo, y hacer sus pulmones al ambiente de un país sin gobierno excesivo, tiranía ciega y caprichosa. Era cuestión de marrullería (chicanery, trickery) de estudio de los hombres y de conocimiento de la fundamental ciencia del Mogreb, que es la Gramática Parda. Él había estudiado más que cien bachilleres de Salamanca para llegar a la cabal asimilación del Islamismo por el lado religioso, por el civil y moral, y podía decir, aparte toda modestia, que pocos picaron tan alto en la sutileza de la conquista. «La llamo así -prosiguió-, porque conquista personal es lo que yo he realizado, y no hay otra manera de penetrar en esta salvaje familia. Los españoles no imitarán en conjunto mi obra, y por no imitarme, no serán nunca dueños de Marruecos, a pesar de estas guerras y de estas batallitas vistosas... sí, muy vistosas y con música, hijo mío, pero nada más... Y por fin, si tu intención es quedarte aquí, tómame por maestro, y no des un paso ni respires sin consultarme previamente. Prepárate a una labor dura, y trae a tu entendimiento todas las luces que andan por esos mundos, y alguna más que tú inventes, pues la sabiduría y picardía labradas por los demás no son bastantes, y hacen falta picardía y saber nuevos que cada cual debe sacar de donde pueda»."
- En varios momentos Galdós alude al monoteísmo
como enlace esencial entre los judíos, cristianos y musulmanes (en
un momento se refiere a Dios, Allah y Adonai o Jehovah como una sola divinidad).
Aquí (206) vuelve sobre este tema de manera explícita: [el
Nasiry] “Allah me guarde siempre… o Dios, si tú quieres… y en confundirlos
no hay pecado, que de estrellas arriba el que manda es quien es, y no se
cura de que así le demos este nombre o el otro”. ¿Qué
paralelos podríamos trazar entre estas referencias y la presentación
de la Guerra de África como una “guerra civil”?
- Importante: nota la oposición que surge
entre Santiuste y Ansúrez (Yahia y Nasiry) en torno al tema del
fingimiento (204):
"Como Santiuste declarara enérgicamente que no haría jamás abjuración verdadera ni fingida de su fe cristiana, El Nasiry, luengo de marrullería, astuto y nada corto de explicaderas, le dio palmadas en el hombro diciéndole: «Hijo, vete pronto a España, vete a cualquier país civilizado, que en África no tienes más carrera que la de mendigo si no estudias todas las artes del fingimiento."
CAPÍTULO IV
Resumen: La imagen que Galdós pinta de las tropas españolas entrando triunfalmente por las puertas de la ciudad de Tetuán cierra el marco abierto con la imagen de las tropas marchándose de Madrid, al comienzo de la novela. En su paseo final por Tetuán
Juan topa con el escritor Pedro Antonio de Alarcón y plantea el
dilema político final: “Si vosotros con el acero y la pólvora
habéis hecho una gran conquista de guerra, yo, con pólvora
distinta, he hecho una conquista de paz. ¿Cuál será
más duradera, Perico…?”
Cosas que conviene considerar:
- ¿De qué conquista habla Santiuste?
- ¿Por qué crees tú que Galdós
termina este episodio nacional con una pregunta abierta?
TEMAS GENERALES
- Evalúa la manera en que Galdós
fabrica a Nasiry, el muladí, como cronista no fidedigno. Trata
de evaluar sus motivos por concederle a él la palabra, por someter
a su autoridad el relato de la guerra desde la perspectiva mogrebí.
- ¿Cómo se relacionan historia y
ficción en esta novela?
- Evalúa la representación de Tetuán como una especie de
limbo o tierra de nadie poblada por cristianos, judíos y musulmanes,
por conversos, muladíes (renegados) y sefardim.
- Trata de resumir las diferentes maneras en que
Galdós proyecta perspectivas contrastantes. ¿Crees
que esta técnica se funda sobre alguna base ideológica?
REFLEXIÓN Y SÍNTESIS: LOS LÍMITES ÉTICOS DE LA REPRESENTACIÓN
Diferentes aspectos de esta novela podrían conducirnos a la siguiente conclusión: que a Benito Pérez Galdós le interesa cuestionar los medios de información y comunicación por encima de lo que se comunica. O sea, plantea la espinosa cuestión de la moralidad de los métodos o medios de la representación: de cómo se representa la guerra, por ejemplo, en este caso, de la responsabilidad de los informantes ante su temática y ante su público. ¿Entra dentro del campo de interés de Pérez Galdós la cuestión de cómo se representa al otro, al 'oriental'?
Trata de repasar las diferentes maneras y los diferentes momentos en que esto queda particularmente claro. Intenta formular tu propia opinión sobre los logros, las intenciones y las limitaciones de Galdós en este sentido.